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Fotocomposición de la radiografía del cuadro 'Gaspar Melchor de Jovellanos en el arenal de San Lorenzo'. :: ARCHIVO DEL INSTITUTO DEL PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA
La dama del retrato de Jovellanos llega al Louvre
Cultura

La dama del retrato de Jovellanos llega al Louvre

Gudrum Maurer se queda con la identificación realizada por el profesor Javier González Santos, frente a la del estudio de Clara González-Fanjul presentado en el Bellas Artes de Oviedo La máxima experta en el pintor del Prado defiende en París que se trata de la Duquesa de Benavente

PACHÉ MERAYO

Domingo, 12 de mayo 2013, 03:46

El debate en torno a la identidad de la misteriosa mujer cuyo retrato subyace bajo los rasgos de Jovellanos sigue abierto y ha trascendido las fronteras españolas. El pasado 24 de abril se convertía en uno de los pilares de la ponencia que la conservadora del Museo del Prado en el Área de Pintura del siglo XVIII y Goya, Gudrum Maurer, presentaba en el Museo del Louvre, de París. Su conferencia, enmarcada dentro de las jornadas 'Goya en question' y titulada 'Les portraits sous-jacents: les fantômes de Goya' (Los retratos subyacentes: los fantasmas de Goya), inclinó la balanza hacia una de las dos identidades que tratan de desvelar quién es la dama que el pintor de Fuendetodos llevó al lienzo antes de consolidar el primer retrato que hizo del ilustrado gijonés. Según la experta la opción más «razonable» es creer que esa mujer es María Josefa de la Soledad Alfonso-Pimentel y Téllez-Girón, XII condesa-duquesa de Benavente y duquesa de Osuna consorte. Una noble que Goya volvió a retratar en varias ocasiones y que representa la tesis defendida por el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo Javier González Santos.

Sobre la otra posibilidad hecha pública, la de María Teresa de Vallabriga, casada con el infante Luis de Borbón y Farnesio y madre de la famosa Condesa de Chinchón, y defendida por la restauradora del Museo de Bellas Artes de Asturias, Clara González-Faljul, Gudrum Maurer, asegura que «no es muy factible». Sus argumentos, los mismos que aportaba en su momento el profesor González Santos: «No cuadran las fechas y el parecido es mayor con la duquesa de Benavente».

Se refiere la conservadora del Museo del Prado al hecho de que Goya no conoció a María Teresa de Vallabriga hasta el verano de 1783 y el retrato 'Gaspar Melchor de Jovellanos en el arenal de San Lorenzo', bajo el que apareció la imagen de la misteriosa dama, se cree que fue pintado con anterioridad. Entre 1780 y 1782, según la investigación de González Santos.

La mencionada mujer fue descubierta en el lienzo de Goya, tras un exhaustivo estudio radiológico dirigido por la restauradora Clara González -Fanjul, a la que se debe el hallazgo de la imagen subyacente y el primer estudio en profundidad de sus rasgos, vestimentas y pose.

Baile de fechas en el Prado

González-Fanjul sustenta su tesis en el hecho de que el mencionado retrato del ilustrado fue pintado por Goya más tarde, entre finales de 1783 y 1784, lo que sí haría posible la identidad de María Teresa de Vallabriga, que ella defiende, tal y como presentó en presencia de la consejera de Cultura, Ana González, en el museo de Bellas Artes de Asturias.

Sobre este punto, Gudrum Maurer, especialista en Goya, no tiene duras y se queda con la datación de González Santos. «Las últimas investigaciones aportan pruebas al respecto», dice.

Sin embargo, esas pruebas no han llegado al catálogo del Museo del Prado, en cuyos textos se advierte que el retrato de Jovellanos que se conserva en el Bellas Artes de Asturias fue pintado en 1783.

La información es facilitada en la galería 'on line', al acceder a la segunda pintura que Goya dedicó en 1798 al prócer, una de las joyas de las colecciones nacionales, en la que se habla del cuadro del debate: «Interesado en el arte, Jovellanos fue admirador de Goya desde fecha temprana, habiéndose hecho retratar por el artista ya en 1783 (Oviedo, Museo del Bellas Artes), en los años en que acababa de ser nombrado miembro de la Real Academia de San Fernando». Así rezan los textos de la principal pinacoteca española.

Conocedora de este hecho, la conservadora del Prado aclara que «habrá que actualidad la información porque ahora mismo se tienen datos suficientes y aportación histórica demostrada para asegurar que el retrato de Jovellanos en el arenal de San Lorenzo fue ejecutado antes de 1783».

Y si la cuestión de la fecha está bastante clara para la experta, no ocurre lo mismo con la identificación de la imagen subyacente. «En todo caso», aclara, «se trata de una opinión personal reflexionada sobre las dos únicas opciones que hasta ahora se han presentado».

Otras identidades

De hecho, advierte de la posibilidad de que puedan aparecer en el futuro nuevas identidades, con las que también cabría comparar la composición radiográfica. «Yo lo que he hecho es observar que es más convincente una de las dos personalidades que se han establecido», explicaba a EL COMERCIO, tras la conferencia, ya de vuelta en Madrid.

Recuerda, asimismo Maurer, que dejando el baile de fechas a parte, la coincidencia de los rasgos «es muy evidente entre la mujer de la imagen subyacente y la duquesa de Benavente». Asegura, asimismo, que en otras pinturas aparecidas bajo las obras definitivas, incluso en cuadros del propio Goya, la claridad no es tanta como en esta obra. Y añade: «Es que aquí se ve mucho y solo con lo que se ve yo me inclino a pensar que se trata de la identidad que establece el profesor González Santos».

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