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CHELO TUYA ctuya@elcomercio.es
Domingo, 12 de mayo 2013, 20:28
Seis abstenciones, las protagonizadas por los cinco diputados de IU y el portavoz de UPyD, permitieron ayer la reprobación de la Junta General a la consejera de Bienestar Social y Vivienda. Con 22 votos a favor -los 10 del Partido Popular, el grupo que presentó la iniciativa, y los 12 de Foro, que apoyó la moción- y solo 16 votos en contra, los que suma el PSOE tras la renuncia del imputado exalcalde de Cudillero, el parlamento asturiano dio luz verde a la primera reprobación de un consejero en esta legislatura.
La protagonista, Esther Díaz, asistió en silencio desde su escaño al baño de críticas que le procuraron tanto quienes votaron a favor de su destitución -que no tiene efectos prácticos, ya que solo puede decidirlo el jefe del Ejecutivo autonómico, Javier Fernández- como de quienes no lo hicieron, ya que sustentan al PSOE en el Gobierno regional. Unos y otros coincidieron en exigirle «un cambio de rumbo», como verbalizó el portavoz de UPyD, Ignacio Prendes, y «más sensibilidad, que le falta», tal y como demandó la portavoz de IU y exocupante del mismo cargo que Díaz, Noemí Martín.
Sobre la mesa, el rechazo municipal al plan concertado con el que el Principado cofinancia los servicios sociales de los consistorios. No tanto por el dinero destinado por Bienestar Social -«se reconoce el esfuerzo realizado para compensar el recorte del Estado», recordó Prendes-, sino por la imposición de nuevos cargos a los ayuntamientos «sin negociación, consejera, que es algo que usted no sabe hacer», le espetó la diputada Victoria Delgado.
Fue ella, la portavoz del PP en materia social la que planteó la moción para su reprobación, una petición centrada también, aseguró, en los retrasos en el pago del salario social. La ayuda que deben recibir los asturianos con menos de 530 euros de ingresos mensuales suma retrasos «de hasta 19 meses. Y usted lo ve normal. Eso es una indecencia».
Sin llegar a usar ese calificativo, pero con la misma virulencia, la diputada de IU le recordó que «no es normal que de los 400.000 euros dados en subvenciones a las entidades del tercer sector, usted les reclame 100.000. Así no puede seguir». Fue esa una cantinela, la de 'no puede seguir', esgrimida por todos los portavoces, salvo la socialista. La de Nuria Devesa fue la única voz en el parlamento asturiano que se elevó para calificar de «impecable» el trabajo de la consejera, de la que dijo que «tanto ella como todo su equipo tienen nuestro apoyo».
«Tapan sus vergüenzas»
Si bien en el hemiciclo sólo Devesa defendió a la silente Esther Díaz -que rechazó contestar preguntas al respecto tras concluir la reprobación-, en los pasillos el diputado Fernando Lastra no dudó en atacar al PP, «que solo quiere tapar sus vergüenzas porque son ellos los que están recortando».
Una denuncia, la del socialista, compartida también por todos los que criticaron la labor de la consejera. Porque, pese a que logró sacar adelante su iniciativa, lo cierto es que la popular Victoria Delgado recibió casi tantas críticas como Díaz. Ni siquiera el grupo que la apoyó, Foro, escondió su enfado por la «cobarde e incoherente actuación del PP asturiano». Esther Landa, que aunque anunció lo que luego los votos confirmarían -«apoyamos su cese, consejera», dijo, tras considerarla «incapaz para esta gestión»-, no dudó en arremeter contra su compañera de bancada al asegurar que «el mayor recorte social de la historia al estado del Bienestar en este país lo ha dado el Partido Popular».
Una apreciación clónica a la argumentada por el portavoz de UPyD, mientras que Noemí Martín confirmó que «ha sido el PP el que ha dado el golpe de muerte a la Ley de la Dependencia». Pese a ello, sólo el PSOE apoyó a la consejera de Bienestar.
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