Cocina de referencia en Luanco

Luanco vuelve a ser la cita de los coordinadores de 'Cocineras Comarca Avilés', la marca de calidad del Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS. En esta ocasión José Antonio Alonso (Jose's) y Jose Otero (La Capilla, NH Palacio de Ferrera) estuvieron en un restaurante de referencia en la villa marinera, el Restaurante Robus, un ejemplo de esfuerzo y de dedicación por parte de una familia que ha sabido evolucionar y amoldarse a los tiempos.

Robustiano Rodríguez Martínez, Robus, fallecido en setiembre del año pasado, nació en Cangas del Narcea, pero llegó de joven a Luanco como camerero en el Hotel Aramar. Aquí conoció a María Luisa Suárez, se casaron y decidieron abrir el Robus. Fue hace 37 años, con un mesón en donde se vendían pollos asados, pulpo o vino ribeiro, y en el que María Luisa se encargaba de la cocina. Desde entonces, el negocio fue evolucionando, modernizándose y adaptándose a los tiempos, hasta convertirse en un restaurante cuya fama se extiende por toda la geografía regional y entre cantidad de clientes que llegan del País Vasco, Madrid o León.

El Robus es hoy un moderno restaurante, con capacidad para unas cien personas, modular, para buscar distintos ambientes, con una terraza espléndida en una zona peatonal, que va a ser ampliada en breve, y en donde su escaparate es una exhibición permanente de mariscos. Aquí sigue la familia, María Luisa, y un hijo, Javier. Su hermana Laura está al frente de los hoteles Plaza I y II, en la plaza de La Baragaña, muy cerca del restaurante.

Hace años llegó al Robus una joven de 19 años, Marían Quirós Cortés, que empezó en la barra y poco más tarde entró en la cocina. Desde hace quince años ella es la responsable de unos fogones en los que manda el producto de primera calidad, aprovechando el pescado y el marisco de Luanco, y de donde salen platos representativos como las parrilladas mixtas, la calderada, típica de febrero, con motivo de la fiesta del Cristo del Socorro, el bonito en verano, el cachopo de merluza y una completa carta en la que no faltan postres caseros como la tarta de queso, tocinillo, arroz con leche o una sopa de mango con frutos rojos. Una buena bodega completa la carta, en donde no falta la sidra, Val d'Ornón, selección de Menéndez.

El Robus trata de amoldarse a los tiempos, con menús del día y especiales de fin de semana, para una clientela fiel, de dentro y de fuera, conocedores de una cocina en la que la calidad está por encima de todo, a lo que se añade un agradable servicio y unas estupendas instalaciones en las que tomar el aperitivo también es una buena opción en la espléndida villa de Luanco.