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Malú, arropada por una fantástica banda, hizo derroche de energía y voz en el Auditorio de Oviedo. :: M. ROJAS
Malú derrocha poderío y voz
Cultura

Malú derrocha poderío y voz

La artista se ha convertido en un animal escénico que propagó llamaradas de entusiasmo con una voz pletórica y mucho ritmo La cantante arrasó en el Auditorio de Oviedo ante un millar de personas con 'Dual'

ALBERTO PIQUERO

Lunes, 6 de mayo 2013, 11:22

Alguien lo tendría que explicar, pues ella misma, Malú (Madrid, 1982), se refugia en la ironía inteligente cuando se le pregunta acerca del secreto que está detrás de su extraordinario éxito. «El secreto del éxito es secreto», contestó a EL COMERCIO. Lo cierto es que ayer volvió a arrasar en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, dando curso a la presentación de su álbum 'Dual', donde ha recopilado una selección de duetos que ha hecho al lado de colegas con rúbrica de oro, desde su padrino artístico Alejandro Sanz a Miguel Bosé, Pablo Alborán o David Bisbal, y entremedias a las recordadas Lola Flores y Rocío Jurado, a la segunda de las cuales ha calificado admirativamente como «un animal escénico».

Puede que esa sea una parte del 'secreto', que la propia Malú es un animal escénico, una pantera que produce vértigo -con esa canción empezó, 'Vértigo'- y una voz que habiéndose criado en el ambiente familiar del flamenco, es dueña de todos los registros del pop y del rock.

En un tiempo en el que se dice que ni siquiera The Rolling Stones convocan las multitudes de antaño, la sobrina de Paco de Lucía volvió a demostrar que la sigue, la persigue y, si se quiere, la consigue, una legión de fans, adolescente y juvenil, que podría recordar por su apasionamiento a los devotos melómanos que adelantaron este fenómeno de la militancia artística en la década dorada de los sesenta. Ayer fueron más de un millar las personas que que congregó en Oviedo. El patio de butacas se quedó sin un solo hueco libre de los 750 de que dispone, mientras que en el entresuelo registró una buena entrada pero no llegó a llenarse. Unos y otros, los de arriba y los de abajo, la reclamaron con un griterío excepcional que se convirtió en auténtico delirio cuando salió a escena.

En el Auditorio produjo muchos momentos de combustión, convirtiendo las canciones -de 'Dual' y de sus producciones anteriores- en auténticas llamaradas colectivas. Eso sucedió cuando interpretó 'Así lo haré. En un ncontrapunto melódico y desnuda de aderezos, solo con dos guitarras y un leve teclado, puso con ese tema al público en pie. Algunos ya no se volvieron a sentar. Y es que a continuación cantó la explosiva 'Solo el amor nos salvará'.

Otra parte del 'secreto', acaso anide en las letras de unas composiciones que rondan el amor y el desamor, a ritmo frenético, eso sí, reinventando sentimientos cruzados por destellos poéticos que van de generación en generación. Por ejemplo, entre las llamaradas, 'Voy a quemarlo todo' (de 'Guerra fría'): «Voy a quemarlo todo,/ tus camisas, tu sonrisa falsa, todo./ Y lo hago sin rencor./ Tu tarde de olvido./ Voy a quemarlo todo,/ tus revistas raras,/ tus mensajes todos/ y tus cartas de amor,/ tu ven al triste olvido...».

Sin darse un respiro, pletórica en las cuerdas vocales y en el movimiento, bañada de cataratas de luz y acompañada por una banda de altos y claros decibelios, proclamó esos amores y desamores en un derroche absoluto de poderío .

En los conciertos, siempre solicita que la feligresía salga al final esbozando la sonrisa más grande del mundo. Y una vez más, logró el efecto, seguramente mezclado con alguna lágrima emocionada. Malú es mucha Malú. Ese es el secreto.

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