La perrera de Mieres reclama ayuda por su «lamentable» estado

«Desde el día 16 de enero gestionamos el albergue de animales de Mieres. El estado en el que nos encontramos, las instalaciones y los propios animales, es lamentable. Necesitamos ayuda para mejorar su situación. En estos momentos, lo mas urgente es hacer reparaciones, atechar los cheniles e intentar solucionar la terrible humedad que hay en todas las instalaciones. Si alguien se puede ofrecer como mano de obra o puede conseguir materiales para estos trabajos, por favor, que nos contacte».

Este es el mensaje de ayuda que se puede leer de forma permanente en la web de la protectora. La encargada del recinto mierense, Vanesa Gómez, así lo aseguraba también ayer entre los ladridos de los 55 perros que hay en las instalaciones. «Necesitamos de casi todo para arreglar las deficiencias que nos hemos encontrado», ya sea en modo de aportación económica, material o, incluso, de ayuda en forma de mano de obra. «Solo en comida para los animales nos gastamos unos 40 euros diarios y todavía no nos llega la subvención del Ayuntamiento comprometida en las condiciones de la concesión», relataba sin quejarse. Porque lo que realmente quiere es encontrar familias para los perros.

Espera que se animen las adopciones tras el impacto que ha tenido el caso de la perrita Zoe, adoptada en Mieres por una familia holandesa, a la que, con sus ladridos, advirtió del riesgo que corría el bebé. Una noche, cuando todavía asimilaba su nuevo entorno, la perra, de carácter «muy tranquilo», no dejaba de ladrar. Sus ladridos frente a la cuna del pequeño de la casa, un niño de casi dos años, alertaron a su madre Rachell, que, en un primer momento, pensó que Zoe solo deseaba salir al jardín para hacer sus necesidades. Al volver a la cama, comprobó que la perra se agitaba aún más y aullaba frente a la cuna. Fue entonces cuando vio a su bebé con convulsiones, la tez morada y síntomas de ahogamiento.

Las iniciativas de ayuda ya han comenzado. Así lo han hecho desde la asociación vigilantes de seguridad privada, Avispa, que ha abierto una cuenta corriente para recaudar fondos que se donarán a la protectora de Mieres y está recogiendo material, una campaña que durará hasta el día 24.