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Severino García Vigón, durante su comparecencia el pasado viernes ante los medios de comunicación en la sede de la patronal. :: MARIO ROJAS
García Vigón presentará su dimisión
ECONOMÍA

García Vigón presentará su dimisión

Tras perder el apoyo de su ejecutiva y la amenaza de abandono de varios directivos, dice que su decisión responde a una «convicción personal» Seguirá al frente de la patronal hasta el 5 de junio, a la espera del dictamen de la junta directiva de Fade

DIANA DE MIGUEL

Miércoles, 24 de abril 2013, 04:15

El pasado viernes, Severino García Vigón decidía tomarse un «tiempo indeterminado» para sopesar la petición de dimisión inmediata al frente de la patronal asturiana que le hizo su ejecutiva «para salvaguardar la institución», ante la investigación de la que está siendo objeto por presunto fraude fiscal. La decisión llegó ayer a primera hora de la tarde, cuando apenas habían pasado 72 horas desde aquel anuncio. A través de un comunicado, Vigón anunció que llevará su renuncia a la reunión ordinaria de la junta directiva que se reunirá el próximo 5 de junio para analizar su petición de dimisión como presidente de la patronal y, en caso afirmativo, iniciar el correspondiente proceso electoral para la elección del nuevo presidente.

Horas después y tras el eco mediático que empezaba a tener la noticia, el propio empresario quiso precisar personalmente que «no había dimitido hoy (por ayer)», sino que había decidido presentarla ante el órgano competente, la junta directiva, que no se reunirá hasta el próximo 5 junio. La información fue, minutos después, completada con un segundo comunicado que se emitió desde la patronal. En él se detallaba que en el orden del día de la junta, remitido ayer por la mañana a las asociaciones y federaciones que integran Fade, figura tanto la dimisión del Presidente como la apertura del proceso electoral. En ninguno de los comunicados se plantea que la dimisión tiene carácter irrevocable, dando a entender que el empresario podría estar dispuesto volver a optar a la presidencia en el caso de que consiguiera los avales necesarios para presentar candidatura.

El escenario que se ha abierto en Fade es, cuando menos, complicado a tenor de la aparente división existente en el seno de la organización. Durante el fin de semana varios miembros de la ejecutiva amenazaron con presentar su dimisión si Vigón no reconsideraba su postura. Entre ellos, algunos pesos pesados como Ángel Antonio del Valle Suárez, de Duro Felguera, y Alejandro Fernández, de Alimerka, cuyas dimisiones, sobre todo la de del Valle, podrían haber desencadenado una cadena de abandonos en el seno de la organización. Pero ayer algunas asociaciones como Hostelería de Asturias, que el viernes votó a favor de la dimisión inmediata, salieron en defensa del empresario. «No es justo el trato que se le está dispensando», manifestó la asociación. Otros miembros de la ejecutiva, como el presidente de Asetra, Ovidio de la Roza, se mostraron mucho más críticos y calificaron la decisión de Vigón de dimitir «en diferido» como un error. «Pienso que cuando se toma una decisión de este tipo debe hacerse ya», apostilló tras recordar que en el seno de la ejecutiva ya se discutió si la dimisión se podía aplazar o debía hacerse de forma inmediata. «No es bueno ni para la persona ni para la institución estar un mes y medio en el foco y menos después del buen trabajo realizado. Debería salir de una forma digna», apostilló aventurando que la unidad empresarial puede resentirse.

Vigón quiso desvincularse de estas aparentes presiones que se están llevando a cabo en el seno de la organización y aseguró que su decisión de presentar en junio su dimisión responde «a una convicción personal sin atender a otro tipo de presiones más que las derivadas de mi propio sentimiento de respeto y consideración con las siglas que representan al conjunto de los empresarios asturianos», según manifestó a través del primer comunicado. De ahí, precisó en un segundo texto, que «en aras de salvaguardar la unidad empresarial y promover el relevo ordenado al frente de la patronal» haya decidido continuar ejerciendo hasta junio su cargo como presidente. Lo mismo ocurrirá en la Cámara de Comercio de Oviedo, donde también ostenta el cargo de presidente. Su futuro, aseguró, estará «ligado al de Fade».

El empresario compareció el viernes por la tarde ante los medios de comunicación para anunciar que se tomaría «unas fechas» antes de adoptar una decisión. Se aferró al apoyo que le había brindado la ejecutiva de la Cámara de Comercio, organización que también preside, llegando a manifestar que tenía «el corazón partido». Un apoyo que, no obstante, consiguió por sólo dos votos de diferencia. De los diez miembros, cinco, Miguel Ángel Fernández Rodríguez, Luis Enrique García, María Antonia Álvarez, Laura Pérez y José Manuel Cabiellas, votaron a favor de su continuidad al frente de la patronal. Pero hubo tres votos en contra. El de Ignacio Núñez, de la Constructora Los Álamos, José Luis Álvarez Almeida, de Hostelería de Asturias, y Alejandro Fernández, de Alimerka, que también pertenecen al comité de Fade y mantuvieron el sentido del voto que emitieron en dicho órgano. En el comité de la Cámara de Comercio de Oviedo hubo, además, dos ausencias. La de Manuel García Arenas, de García Rodríguez Hermanos, que sí participó en el comité de Fade aunque se ausentó en el turno de votaciones, y la de Nicanor Fernández, de HC Energía, cuyos votos hubieran resultado cruciales para inclinar la balanza en uno de los dos sentidos. Hay que recordar que Vigón reunió el viernes a ambos órganos para ofrecerles explicaciones sobre la situación económica y financiera de sus empresas y la investigación que ha abierto la Fiscalía por el impago del IVA en una de las compañías familiares, Energía Astur (Enastur), por supuestas irregularidades tributarias.

El órdago que al término de la reunión lanzó Vigón, advirtiendo de que el comité ejecutivo no tenía atribuciones estatutarias para forzar su dimisión en la patronal y que se tomaría «una fechas» para decidir, no sentó nada bien en el núcleo más cercano al empresario, que había pedido su dimisión. Entendían que si Vigón no se iba ya serían ellos los que tendrían que hacer efectiva su renuncia. Y es que aunque en un primer momento la ejecutiva debatió y llegó a aprobar una resolución favorable a dar a Vigón un plazo de 30 días para hacer efectiva su dimisión, finalmente las posiciones se radicalizaron y se realizó una segunda votación, que también fue secundada por la mayoría del comité, en la que se pedía la dimisión inmediata del presidente de la patronal.

La semana arrancó ayer con una tensa calma en la sede de la patronal asturiana a la que, como de costumbre, acudió a las nueve de la mañana su presidente. Se esperaban movimientos en el seno de las organizaciones empresariales y pronto se vaticinó que habría un pronunciamiento del propio Vigón a lo largo del día. Hostelería de Asturias llegó a reunirse a primera hora con sus directivos para abordar la situación y otras asociaciones empresariales llegaron a convocar reuniones con el mismo objetivo. Sin embargo, el comunicado que a primera hora de la tarde emitió Vigón terminó dando un vuelco a los acontecimientos.

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