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IDOYA REY
Martes, 16 de abril 2013, 17:32
Hace exactamente un año y seis días, con media hora de antelación y por sorpresa, los responsables de la multinacional General Dynamics convocaron a una reunión a los responsables de las dos factorías que de aquella tenían en la ciudad: La Vega y Trubia. Les sentaron a la mesa para anunciarles la «inmediata» integración de ambas plantas en las instalaciones de la localidad junto al Nalón. El objetivo: «Reducir costes, priorizar el empleo y asegurar la continuidad de la actividad industrial». El plan parece que no funcionó.
Porque un año después, como temían los sindicatos, que se opusieron sin éxito al cierre de La Vega, la empresa está sumida en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), si bien es cierto que esta vez a nivel nacional. En Asturias está previsto que 246 personas se queden sin trabajo, 246 empleados que el viernes se vieron obligados a tomar una decisión sobre su futuro laboral: ¿Acogerse a la salida voluntaria de la fábrica de Armas, o no?
Al final fueron 171 quienes pidieron la jubilación anticipada o la baja voluntaria que incluye mejores condiciones económicas (30 días de indemnización por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades). Las cifras esperadas, según fuentes sindicales. Porque según los datos que manejaban, el número de empleados mayores de 56 años que podían asumir la jubilación anticipada ronda esos 171 empleados. «No hubo una avalancha de peticiones», dicen. Del total, habría tan solo ocho o nueve aspirantes a la baja voluntaria. Aunque la decisión última está en manos de la empresa, que, además, quiere llegar a las 246 salidas: 75 más de las 171 peticiones.
Con las solicitudes ya sobre la mesa, General Dynamics analizará el caso de cada trabajador y aceptará su salida de la empresa en función de «razones estratégicas u organizativas, porque el objetivo es mantener una empresa viable», señalaron fuentes de la multinacional. Es decir, «se tendrá en cuenta que las necesidades empresariales estén debidamente cubiertas y que se conserven las estructuras mínimas de cada factoría».
La respuesta llegará el 24 de abril y unos días más tarde, a finales de mes, se determinará si son necesarios más ajustes, o lo que es lo mismo despidos forzosos. En Trubia está segunda fase del ERE afectaría a los 75 trabajadores que no se han acogido a su salida voluntaria de la empresa (siempre y cuando se admitan las 171 solicitudes). No obstante, los sindicatos siguen trabajando para que ese momento no llegue a producirse. «Confiamos y esperamos que no haya salidas traumáticas de la empresa. Queremos que esas 75 personas se incluyan en el Expediente de Regulación de Empleo Temporal, no en uno permanente», comenta José María Ordóñez, representante de Comisiones Obreras en la Fábrica de Armas de Trubia. Porque el resto de la plantilla tendrá que someterse a un expediente temporal durante tres años (213 este año, 93 en 2014 y 66 en 2015). «Trabajaremos en esta vía, la de aumentar el ERTE, y seguimos manteniendo la confianza», insistió Ordóñez.
General Dynamics concretará el tema del ERTE en el próximo mes y «todas las extinciones contractuales se llevarán a cabo antes del 30 de junio». Las de Asturias y las de el resto de factorías españolas. La multinacional presentó a finales de marzo su propuesta definitiva tras un infructuoso mes de negociación con los sindicatos: reducía los despidos de 693 a 600 en sus factorías de La Coruña, Asturias, Madrid, Sevilla y Granada.
El plazo para las salidas voluntarias finalizaba el pasado viernes para todos los centros. En total, 435 personas (232 prejubilaciones y 203 bajas incentivadas) presentaron su solicitud. La cifra supone un 72,5% del ajuste previsto. «A partir del 30 de abril se verán los ajustes forzosos», señaló General Dynamics.
Firmas de los trubiecos
Mientras, la Plataforma en Apoyo de los Trabajadores de la Fábrica de Armas de Trubia entregó ayer 5.040 firmas ante la Delegación del Gobierno. «Queremos que tengan en cuenta la voluntad del pueblo de Oviedo y de Trubia en favor del empleo», explicó Roberto Velasco, presidente de la Asociación de Vecinos de Trubia. Los ciudadanos permanecen a la espera por si se convocaran nuevas movilizaciones.
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