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Aitor Sanz pugna con un rival por hacerse con el control del balón durante el encuentro que disputaron ayer el Guijuelo y el Oviedo. :: OPTASPORTS
La vida sigue igual para el Oviedo
Oviedo

La vida sigue igual para el Oviedo

Los de José Carlos Granero salieron enchufados, pero se diluyeron con el desarrollo del choque El conjunto azul sólo consigue un punto en su visita a Guijuelo, sin aprovechar los tropiezos de los rivales

MIGUEL FERNANDI

Lunes, 15 de abril 2013, 13:09

No por habitual o repetida la historia es menos dolorosa y deprimente. El Oviedo volvió a jugar este fin de semana sabiendo los resultados de sus competidores por el 'play off' de ascenso a Segunda División, pero no fue capaz de aprovechar la situación. Todos sus rivales habían empatado durante la jornada, salvo el Fuenlabrada que volvió a perder confirmando que la Liga se le está haciendo demasiado larga al conjunto madrileño.

El Leganés, con su empate ante el Salamanca, había dejado en bandeja de plata la segunda plaza al equipo de José Carlos Granero. El Tenerife, con la igualada ante el Sporting B en el Heliodoro Rodríguez López, situaba al Oviedo ante la posibilidad de dar un golpe en la cúpula de clasificación en la visita de los 'chicharreros' al Tartiere del próximo domingo. El Caudal, con tropiezo ante el colista, no amenazaba la tercera posición de los carbayones. Pero, como casi siempre, el Oviedo no cumplió y se encargó de dejarlo todo igual con una jornada menos por delante para que se termine la competición regular en el Grupo I de la Segunda División B.

Por si fuese poco el disgusto deportivo, éste se acrecentó aún más al estar respaldado el equipo por más de 600 aficionados en el Municipal de Guijuelo y ser mayoría en la grada en un encuentro para el que el campo local se engalanó y recibió al Oviedo con bocadillos del producto local más conocido gratis: el jamón. Parece que las buenas amistades, a raíz de la eliminación del refundado Astur en la temporada 2003-2004 ante los chacineros, no se olvidan, aunque el Oviedo sólo haya sacado tres empates en otras tantas visitas a esta pequeña localidad del sur de Salamanca, poco rentable para la necesidad del conjunto azul.

De inicio, Granero decidió dar continuidad, por tercer partido consecutivo, al mismo once tras el empate en Valdebebas y la victoria en casa ante el filial del Atlético de Madrid. Pero el equipo, lejos de consolidarse sobre el campo, pareció otro. El campo sintético, el rival, el calor, el viento... Podrían ser muchos los factores externos que pudiesen emplearse como argumentos para justificar el insulso empate sin goles con el que terminó el choque, pero sería ridículo buscar excusas al pobre espectáculo que unos y otros ofrecieron a los espectadores durante el choque.

Entre bostezos

Si bien es cierto que los carbayones dieron la impresión de haber salido enchufados al encuentro con tres claras aproximaciones al área de Edu Calvo, en una de ellas Cervero estuvo muy cerca de desestabilizar el marcador, el partido se fue diluyendo entre bostezos hasta que el colegiado enseñó el camino de los vestuarios. Para poco más dio la primera mitad, soporífera y aburrida, poco agradable para el espectador, que para esperar que el segundo acto pudiese ser algo más entretenido y vibrante.

Con el transcurso de los siguientes cuarenta y cinco minutos, Granero intentó darle mayor posesión y vistosidad a un Oviedo que perdía constantemente todos los duelos por arriba y que veía como todas las segundas jugadas eran para el equipo de Sito. El técnico valenciano buscó algún revulsivo en el banquillo y movió ficha con el ánimo de alterar el monótono guión por el que discurría el encuentro. No obstante, las entradas de Señé e Íker por Busto y Pepe Díaz sirvieron de poco. Es cierto que el catalán dispuso de un disparo dentro del área que se marchó desviado a los 62 minutos y que pudo haber cambiado el sino del partido, pero únicamente pasó a engrosar la estadística.

El Oviedo siguió intentándolo. En ese sentido, también Casares gozó de una ocasión que terminó en la parte exterior del larguero poco después. La jugada acabó con una acción local de juego peligroso que el Oviedo tampoco supo manejar con acierto. Desde ahí y hasta el final del encuentro, la sensación de peligro pudo trasladarse a la portería de Orlando Quintana, aunque los apuros tampoco llegaron a alcanzar grandes cotas de peligrosidad para el equipo que dirige José Carlos Granero.

Aitor Sanz, baja

En ese tramo final, Aitor Sanz vio su decimoquinta cartulina amarilla de la temporada, lo que le impedirá jugar el domingo a las 12 del mediodía en el importante encuentro de los azules ante el Tenerife en el Carlos Tartiere. La visita del líder de la categoría a Oviedo podría representar el último cartucho de los azules para intentar pelear por la primera plaza, un objetivo que parece ahora lejano. Pero una victoria carbayona pondría a los 'chicharreros' con sólo cuatro puntos por encima del equipo ovetense. La distancia, aún así, parece complicada de salvar viendo la irregularidad reinante en la categoría y de la que tampoco se libran los jugadores de Granero, que no terminan de arrancar.

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