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La joven, con el rostro cubierto, llegando a declara en 2009 al Juzgado de Menores en 2010. :: JESÚS DÍAZ
La joven condenada por el crimen de Vallobín continuará interna en Sograndio
Oviedo

La joven condenada por el crimen de Vallobín continuará interna en Sograndio

El Juzgado de Menores decide que continúe en el centro, a pesar de haber cumplido 21 años, por «la evolución positiva que ha mostrado»

IDOYA REY

Viernes, 12 de abril 2013, 05:10

Ya han pasado casi cuatro años desde que el cuerpo de María Luisa Blanco, de 36 años, apareciera descuartizado en la nevera de su vivienda, en el barrio de Vallobín. En su asesinato participaron cuatro personas, una de ellas, la joven L. L. R., era por aquel entonces menor de edad. La chica permanece desde entonces, desde junio de 2009, ingresada en el Centro de Menores de Sograndio. La Audiencia Provincial la condenó a la pena máxima prevista por la Ley del Menor: diez años de internamiento en régimen cerrado y tres más de libertad vigilada. Pero el mes pasado la chica cumplió los 21 años, edad en que, según marca la Ley, podría pasar a prisión. No lo hará de momento.

El Juzgado de Menores acaba de acordar que la joven permanezca ingresada en el centro, tal y como había pedido la Fiscalía, la defensa, la acusación particular y el equipo técnico del centro. El magistrado señala en su auto que la medida de su continuidad en Sograndio se debe a «la evolución que ha mostrado. Ha sido positiva a lo lardo de todo el internamiento y se puede afirmar que sigue evolucionando y madurando, sobre todo, en los aspectos personales».

La sentencia que la condenó por un delito de asesinato, dos contra la integridad moral, uno continuado de estafa y otro continuado de extorsión, la colocaba como instigadora y coautora del crimen. Pero desde que está en el centro de menores «la joven va consiguiendo avances significativos de cara a manejarse en la sociedad con las competencias suficientes, ha experimentado avances a nivel emocional y ha ganado en empatía e inteligencia emocional en general, aunque sigue siendo una persona muy influenciable», prosigue el auto.

El juez ha tenido en cuenta asimismo que un reciente informe del equipo educativo considera «necesario y fundamental seguir interviniendo con ella, con el fin de afianzar hábitos y actitudes positivas». Además, el juzgado valora positivamente que en el tiempo que lleva la menor en el centro, no ha tenido ningún procedimiento disciplinario y está cursando segundo de Bachillerato «con buenas notas».

En todo caso, el auto subraya que la medida se dicta «sin perjuicio de que si se produce alguna modificación en la evolución del comportamiento de la joven, de modo que ya no responda a los objetivos perseguidos en su programa pueda acordarse a ejecución de la medida pendiente en el centro penitenciario correspondiente». En todo caso, si a los 25 años sigue cumpliendo condena, ingresaría en la prisión de Villabona.

Por último, el juez recuerda que el Derecho Penal de Menores tiene unos condicionantes y unas características muy diferentes al Derecho Penal de adultos: «La actual Ley del Menor tiene como objetivo fundamental la reeducación de los menores infractores».

Los adultos al Supremo

Los otros tres condenados por la muerte y posterior descuartizamiento de María Luisa Blanco, durante la noche de San Juan de 2009, fueron condenados el pasado mes de diciembre a una pena total de 201 años de cárcel. El fallo de la Audiencia Provincial señaló al novio de la menor Jesús Villabrille como el cerebro del asesinato; a su amigo Cristian Mesa le colocó como el sicario; y al tercer condenado, Pablo Blanco, hermano de la fallecida, lo tildó de colaborador.

Los tres letrados (Cristian tienen uno nuevo de oficio en Madrid) han presentado ya sus recursos de apelación ante el Tribunal Supremo y los tres han sido aceptados. Ayer mismo el Supremo dio traslado a la Fiscalía para que instruya, para que se posiciones sobre los recursos, en el plazo legal de diez días. Luego analizará el caso.

La Fiscalía asturiana no tuvo dudas tras la instrucción y el juicio del papel de Jesús y Cristian en el proceso de maltrato y extorsión a la familia Blanco que culminó con la muerte de María Luisa. El Ministerio Público pidió una pena «totalmente severa» para ellos. En el caso de Pablo Blanco dejó en manos de la sala su posible imputabilidad tras escuchar a psicólogos y forenses que describieron al condenado como una persona «con déficit mental, con afección global de su personalidad y con un menoscabo de sus capacidades». En ese sentido, el de solicitar una eximente completa por miedo insuperable, va parte del recurso presentado por la defensa de Pablo.

El único de los tres condenados mayores de edad que negó su participación en el crimen de María Luisa Blanco fue Jesús, quien acusó directamente a los otros residentes de la casa. Algo que forma parte también de las alegaciones varias a la sentencia. Ahora será el Tribunal Supremo quien analice las posturas de las tres defensas, un proceso que podría demorarse durante varios meses.

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