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M. MENÉNDEZ
Miércoles, 10 de abril 2013, 04:22
Una serie de averías dejó inservible durante dos días el analizador de partículas de la estación de control de la contaminación que el Principado tiene en la avenida de la Argentina. Da la casualidad que, según un informe de la firma Ingenieros Asesores dado a conocer durante la última reunión del Consejo Sectorial de Medio Ambiente de Gijón, esa avería tuvo lugar entre las 12.15 horas del 16 de enero y las 11 horas del día 18, es decir, justo cuando se produjo el episodio de lluvia ácida que se atribuyó a las instalaciones de la acerera ArcelorMittal y que motivó que se presentaran un total de 914 denuncias en la Comisaría de Policía de Gijón por los daños ocasionados en vehículos.
Ese episodio de contaminación tuvo lugar en la noche del 16 de enero y los técnicos no se dieron cuenta de los defectos en el analizador de partículas hasta el día siguiente, al realizar la revisión diaria de incidencias. Se constató que faltaban datos y que otros eran irregulares o anómalos. En concreto, se trataba de los registros aportados por el analizador de PM10, es decir, el de partículas en suspensión.
El problema se debía a que había saltado el diferencial eléctrico, que se rearmó, y había fallado la tarjeta de salida analógica del medidor, que fue reparada. No obstante, poco después se registró un nuevo fallo de tensión y se mantenía la avería del aparato, por lo que fue sustituido. Al día siguiente volvió a haber datos anómalos con el equipo repuesto, por lo que se colocó el original de la estación, una vez reparado.
Así, esta estación de la red de control de la calidad del aire del Principado, de las cuatro que hay en Gijón -junto con las de las avenidas de la Constitución, Hermanos Felgueroso y Castilla-, no se encontraba operativa durante el episodio de lluvia ácida detectado en la ciudad, el último y más importante de contaminación industrial registrado en el concejo.
Las autoridades municipales y regionales habrán de adoptar las medidas correspondientes con los responsables de ArcelorMittal sin los datos de la estación de control de la contaminación más cercana a la instalación industrial. Lo que parece claro es que el problema de la emisión contaminante se debió al encendido del horno alto 'B' de la factoría, después de que éste estuviera parado durante siete meses para realizar reparaciones. Se apuntó la posibilidad de que el arrabio de la primera colada de acero entrara en contacto con agua, extremo que fue rechazado por la acerera. El Principado analiza si en ese proceso hubo mala práctica o negligencia por parte de ArcelorMittal.
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