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Cuatro jóvenes de entre 20 y 38 años hablan de su adicción al cannabis y dicen qué piensan sobre la legalización de la marihuana. :: ALEX PIÑA
Consumir cannabis puede provocar brotes psicóticos
Asturias

Consumir cannabis puede provocar brotes psicóticos

La mayor parte de los jóvenes tiene una percepción baja del riesgo de esta sustancia, cuyo uso se duplicó en 15 años Consumir cannabis puede provocar brotes psicóticos. «Llegué a creer que me perseguían para matarme», dice una exadicta

LAURA FONSECA

Miércoles, 10 de abril 2013, 02:52

Durante tres días caminó por las calles de Oviedo pensando que alguien quería acabar con su vida. «Llegué a creer que me perseguían y que querían matarme. Fue horrible». Esta joven de 29 años, de sonrisa abierta y ojos curiosos, miraba con recelo a cuantos se le acercaban, tanto en el trabajo como donde estudiaba. Así, hasta que 72 horas después acabó en la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Jove, en Gijón. María, nombre ficticio, había sufrido un brote psicótico producido por el consumo de cannabis. Esta ovetense jamás llegó a pensar, «ni siquiera a sospechar», que los 'porros' que desde hacía tres años se fumaba cada día en el sofá de casa le iban a producir «este chungo». Como María, son muchos los jóvenes que tienen una baja percepción del riesgo del cannabis. La consideran una droga blanda, casi «una hierba natural», explican cuatro jóvenes asturianos en proceso de rehabilitación en una clínica de Gijón, convencidos hasta hace bien poco de que la 'maría' no tenía efecto adverso alguno. Los 'porros', el 'chocolate', es la droga estrella entre las chicas y chicos del Principado, una tendencia común en España, que cuenta con la negra estadística de ser el país que más consumidores tiene por debajo de los 17 años. En Asturias su uso se duplicó en 15 años, donde un tercio de los estudiantes admite haberlo fumado alguna vez y otro 2% de forma habitual.

La reciente propuesta de Esquerra Republicana de Catalunya y de IU sobre la legalización del cannabis -rechazada por el Congreso-, así como las peticiones de diversos municipios españoles solicitando autorización para poder plantar marihuana, ha reavivado el debate. En los últimos años, más de medio centenar de asociaciones vinculadas a la cultura cannábica vienen reclamando que se regularice la comercialización de la marihuana para tener garantías sanitarias y combatir el mercado negro, argumentan. Miguel, de 38 años, era uno de ellos pero ya no lo tiene tan claro. «Hay que disponer de información adecuada, y ahora me doy cuenta de que desconocía muchas cosas de esta droga» pese a haberla consumido más de dos décadas. Casado y con un hijo pequeño, reconoce haber fumado entre 8 y 10 porros diarios, hasta que hace un año, al igual que María, sufrió un brote psicótico que le llevó al hospital. «Me asusté. Vi gente que ha quedado muy mal», asegura.

Miguel (no es su nombre verdadero), fue un consumidor precoz. «Empecé con 15 años, supongo que como todo el mundo, por probar y divertirme». Eran tiempos en los que «con 250 pesetas por colega te daba para comprar bastante material». Más tarde llegaría la coca, las anfetaminas, el speed, incluso el LSD y el crack, droga ésta última que probó en una etapa en la que sus padres lo enviaron a estudiar a Estados Unidos. «No sabían qué hacer conmigo», recuerda ahora con algo de culpa. Más cerca de los cuarenta que de los treintaytantos, Miguel se dio cuenta que «seguía viviendo como un porrero, pero un porrero con trabajo, mujer, un hijo y con 37 años». Así que pese a que los 'petas' «te hacen sentir como el gallo de la quintana» decidió dejar esa etapa atrás y buscó ayuda para desengancharse. Sobre la posibilidad de legalizar la marihuana, considera que «hay que dar mucha información. Es una realidad que está ahí, no lo puedes negar. Comprar 'maría' es tan fácil como comprar tabaco pero tampoco se trata de una droga banal. Hay que saber que causa un perjuicio y luego cada cual, en libertad y conciencia, que decida».

«Conseguirlo es súper fácil»

Juan es el más joven de los adictos al cannabis con los que ha hablado EL COMERCIO. Tiene 20 años y su primer 'peta' lo fumó a los 14. Conseguir costo «es super fácil». Con apenas 20 euros «tienes por lo menos para ocho 'porros'». Juan, que tampoco quiere dar su nombre real, empezó a vivir por y para fumar. «Todo lo planificaba en función a los 'porros'. Mis salidas con los colegas, incluso, las vacaciones». De nada valieron los enfados de sus padres, ni el haber quedado fuera del instituto. «Me daba todo igual mientras tuviera mis 'porros'». Ahora ha vuelto a cursar segundo de bachiller. Quiere acabar sus estudios y «largarme a Madrid» para intentar algo relacionado con el Derecho o la Economía. Fue una crisis de ansiedad la que hizo saltar las alarmas. «Empecé a sentir unos pinchazos tremendos en el pecho. Pensé que me daba un infarto». Sus padres le llevaron al médico y fue un especialista el que le dijo que lo suyo era por la adicción al cannabis.

A Sergio, de 28 años y estudiante de periodismo, el cannabis «me distanció». Él también sufrió un brote psicótico, que derivó en un trastorno emocional. Fumó 'maría' durante ocho años. «Nunca me creí enganchado». Él si está deacuerdo con la legalización del cannabis. «Sería aceptar lo que está pasando y, al menos, la droga llegaría en mejores condiciones a los que consumen». Es de los que piensa que «en lugar de tener miedo a las drogas, hay que disponer de información». El cannabis «me ha abierto a la cultura, al arte. Me ha dado otra percepción». Claro que a cambio «me ha quitado mucho», admite.

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