El Hospital Central se suma al trasplante de riñón cruzado de donante vivo

Reducir la espera para un trasplante de riñón. Sobre todo en los pacientes más jóvenes donde en ocasiones la demora se prolonga durante años. Ese es el objetivo del programa de trasplante cruzado de donante vivo al que se acaba de sumar el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Tal y como informó EL COMERCIO, ayer se cumplieron 30 años del primer injerto de riñón que se practicó en la medicina pública asturiana. Y ayer, precisamente, el HUCA confirmó que se unía a la iniciativa con la que la Organización Nacional de Trasplante (ONT) busca aumentar el volumen de implantes renales realizados gracias a la donación de una persona viva.

Muchas veces la espera para un trasplante de riñón se alarga en exceso. Sobre todo, cuando los afectados son gente joven que, a la dificultad de la aparición de un donante se le suma el condicionante de la edad, ya que el órgano a trasplantar debe ser igualmente joven. En 2004, la ONT puso en marcha una técnica novedosa, al menos en España: la donación entre personas vivas. En Asturias se han realizado sólo 24 trasplantes de este tipo, pero en países como Estados Unidos, donde la donación procedente de cadáver no tiene el mismo arraigo que en España, ceder un riñón a un familiar o un amigo es mucho más habitual.

El objetivo del trasplante cruzado es ofrecer a los pacientes la posibilidad de recibir un riñón procedente de una persona viva. La donación parte de la pareja o de algún familiar del enfermo renal y es utilizada aunque no sea compatible con éste. La ONT se encarga de buscar otro donante idóneo, también vivo, cuyo riñón sí sea compatible para el injerto. De ahí que la técnica se denomine trasplante cruzado. En Asturias hay en la actualidad 66 personas pendientes de recibir una donación renal.