Aitor se reafirma en Primera Nacional

Aitor Rodríguez Domínguez (Avilés, 1994) progresa adecuadamente. El director de orquesta del Bosco juvenil, que tan buenas sensaciones ha dejado las últimas temporadas junto a sus compañeros Adrián Fernández, Abel Serdio o Samuel a las órdenes de Falo Méndez, está teniendo cada vez más protagonismo en el Toscaf Atlética de Primera Nacional.

Central por naturaleza, la exigencia física de la categoría obligó al técnico Juan Muñiz a situarlo como lateral o extremo para que se fuese adaptando al juego, algo que ha ido consiguiendo con el paso de las jornadas y cada vez tiene mayor protagonismo en el juego, al lado de jugadores experimentados como Avelino Solís o David Prieto. «Por mis condiciones físicas no fue fácil el cambio de categoría y poco a poco me voy reencontrando con mi juego. Ahora las defensas son mucho más fuertes y duras que en juveniles y se nota la diferencia», asegura el joven valor.

Aunque estuvo muy cerca de abandonar el club por motivos de estudio, Aitor pudo enfocar el año en Asturias y espera, por tanto, seguir creciendo en el Toscaf Atlética, el club de toda su vida. «Mi intención era estudiar enfermería y la nota en Oviedo era muy alta, por lo que la opción que tenía era irme a Galicia, aunque no tuviese equipo. Al final me llamaron para hacer un ciclo superior de dos años que me daría acceso automático a la carrera y no me lo pensé dos veces, por lo que estoy en casa y puedo seguir jugando al balonmano en Avilés».

Desde el club avilesino se tienen muchas esperanzas puestas en Aitor, que a su técnica individual adquiere un olfato goleador que todavía no ha podido explotar en la categoría de bronce del balonmano nacional. «Ya voy haciendo más goles, pero es verdad que al principio me costó porque los porteros tienen más experiencia y es difícil engañarles. Poco a poco espero ir mejorando en esa faceta».

El jugador avilesino suma 29 tantos en 19 partidos. Es el octavo máximo goleador del equipo y el que más partidos ha jugado, todos, ya que no ha tenido ningún percance físico en toda la temporada. «He sido la excepción, la verdad, porque llevamos toda la temporada lastrado por los problemas físicos de la gente. Hay días en los que hasta nos cuesta entrenar por falta de efectivos. Entre las lesiones y que algunos jugadores trabajan se hace complicado, pero ahí seguimos y pese a todo estamos realizando la mejor temporada de los últimos años. Estoy seguro que, con el equipo que tenemos, podríamos haber estado arriba hasta el final en circunstancias normales».

Aitor es optimista de cara al futuro, ya que «los jóvenes estamos aprendiendo mucho de los veteranos, que se vuelcan con nosotros para que mejoremos, y creo que hay cantera suficiente como para que el equipo vaya subiendo de nivel año a año. Si la gente sigue jugando, y además igual de implicada, al Toscaf Atlética le esperan buenas temporadas». El joven jugador considera que es un acierto que Juan Muñiz apueste tanto por los jugadores más inexpertos. «Somos un equipo de cantera y según están las cosas económicamente es bueno que los más jóvenes vayamos cogiendo minutos con el primer equipo. Juan nos da mucha confianza y tanto yo, como gente como Abel o Pelayo estamos encantados con él, porque nos da la oportunidad de tener muchos minutos y nos ayuda a mejorar».

«Lucharemos hasta el final»

El polivalente balonmanista local no descarta disputar la fase de ascenso esta temporada, aunque considera que está muy difícil. «Quedan pocas jornadas y estamos a cinco puntos. Va a ser complicado, pero lo intentaremos hasta el final y pelearemos cada partido como si fuese el último. Hemos demostrado que si estamos bien podemos ganar a cualquier equipo. Sólo hizo falta ver el partido ante el Chapela».

Son las reflexiones de Aitor Rodríguez, una de las jóvenes promesas del prolífico juvenil del Bosco que tantos jugadores le ha aportado al Toscaf Atlética en los últimos años. Con talento a rebosar, sólo le queda crecer física y mentalmente para convertirse en un jugador importante y, o bien ser una pieza clave del Toscaf Atlética, o dar el salto a un club de superior categoría como hizo su excompañero Adrián.