La seguridad, una obsesión para los organizadores del concierto del 'Boss'

La seguridad es uno de los temas que más se debatió en el transcurso de la reunión del Consejo de Administración de la Sociedad Mixta de Turismo del pasado viernes, en la que se aprobó y firmó el concierto de Bruce Springsteen del próximo 26 de junio en El Molinón. Tanto es así que los consejeros del Partido Popular en el ente solicitaron del gobierno local un informe riguroso sobre seguridad que incluya los planes de evacuación, el mando único de emergencias y la coordinación con los medios sanitarios.

Es precisamente ese plan de evacuación el que dictaminará si se podrá poner a la venta más de las 30.000 entradas previstas en un principio. Los recientes hechos del Madrid Arena, en los que fallecieron cinco chicas por una avalancha durante una macrofiesta en la que se festejaba Halloween, ha hecho que se miren con lupa todas las medidas de seguridad para aquellos acontecimientos que reúnan a varios miles de personas. Este es el caso del concierto de Bruce Springsteen, en el que se esperan 30.000 personas y, de momento, un total de 80 personas velarán por la seguridad, tal y como publicó ayer EL COMERCIO. De lo que indique el plan de evacuación depende que se pueda incrementar el aforo en hasta otras 5.000 personas.

La celebración en Gijón de este concierto en exclusiva para España fue posible gracias al apoyo unánime de los integrantes del Consejo de Administración de la Sociedad Mixta de Turismo, a saber: el equipo de gobierno, el Partido Popular, la Cámara de Comercio de Gijón, la Asociación Empresarial de Hostelería, la Asociación de Hotelería de Asturias, la Unión de Comerciantes de Gijón y Carreño, y el Club de Empresas de Turismo de Negocios.

La inversión para este concierto rondará los 1,2 millones de euros, la mitad de ellos ya pagados a la firma del contrato y el resto, el coste de la producción del concierto, que corre por cuenta del Teatro Jovellanos.

El anterior concierto del 'Boss' en Gijón, en 2003, costó, entre caché y producción, 1,3 millones de euros, mientras que el celebrado en 1993 ascendió a 510.860 euros (85 millones de pesetas). Hace diez años, la entonces gerente del Teatro Jovellanos, Carmen Veiga, aseguró que se trataba del concierto «más barato de la gira que celebrará Bruce Springsteen en nuestro país».