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Muro de contención junto a la vía para detener el argayo. :: ROMÁN
El riesgo de nuevos desprendimientos anula la apertura del corredor del Aller
Cuencas

El riesgo de nuevos desprendimientos anula la apertura del corredor del Aller

El Principado preveía abrirlo al tráfico ayer por la tarde, pero después canceló la operación por la lluvia y por no poder garantizar la seguridad

A. FUENTE

Sábado, 9 de febrero 2013, 02:19

Es el segundo argayo que los usuarios del corredor del Aller tendrán que esquivar con sus vehículos. El primero es de sobra conocido: el de Caborana, cuyo desprendimiento arrancó parte del carril de la carretera regional hace ya más de dos años. Las obras de reparación comenzaron hace poco. Y ahora se puede enquistar otro más: el de Caborana. El Principado, de momento, desconoce cuándo se podrá arreglar al talud que provoca la caída de rocas y barro sobre la calzada. Ayer decidió por la mañana abrir la calzada de forma parcial, solo para el tráfico de bajada (hacía la autopista A-66). Pero el riesgo de nuevos desprendimientos anularon esta previsión inicial. Ahora no hay siquiera estimación de cuándo se podrá recuperar el servicio del vial.

El alcalde del concejo, el socialista David Moreno, informó de que «hay dos grandes rocas que pueden caer en cualquier momento a la carretera. Y lo primero es garantizar la seguridad antes que restablecer el tráfico en la carretera». Ante esta situación, el tráfico en el tramo entre Moreda y Corigos se está desviando por la antigua AS-112. El Gobierno regional indicó que la constante lluvia hizo imposible abrir la calzada y que estará cerrada hasta que se pueda garantizar la seguridad en la vía.

Asimismo, antes de realizar cualquier tipo de trabajo, la Administración regional indicó que los técnicos tienen que evaluar en profundidad cuál es el 'diagnóstico' de los daños que el temporal de lluvia ha provocado en el talud que se encuentra junto al enlace de Corigos para, así, poder determinar los arreglos que se tienen que ejecutar de forma definitiva. Porque este problema no es nuevo. Ya el pasado mes de enero las intensas lluvias provocaron un argayo en el mismo punto que mantuvo el corredor cerrado al tráfico durante dos días. Se arregló el desprendimiento y el Principado se comprometió a reforzar el citado talud a pesar de que afecta, sobre todo, a una carretera de titularidad municipal. No obstante, explicó que asumiría la ejecución de los trabajos «puesto que se trata de una zona con afecciones al corredor del Aller, incluida en área de influencia de la carretera autonómica». El objetivo último de la actuación es «garantizar la seguridad vial».

En cuanto al argayo de Caborana, el Principado comenzó, el pasado mes de noviembre, las obras de «urgencia» para reparar este desprendimiento que se produjo en junio de 2010. Entonces se anunció que los trabajos, con una inversión superior al medio millón de euros, iban a estar terminados antes de acabar el año. En el mes de febrero, sigue faltando parte de la calzada de esta parte del corredor que sirve, además, de acceso al polígono que se encuentra en este punto.

Por otro lado, continúan a buen ritmo los trabajos para la conclusión total del corredor, cuyo pistoletazo de salida se dio en 1994 y del que aún quedan tramos pendientes. El Principado espera concluir esta obra a finales de este año. Se prevé, por tanto, que se termine todo el trazado diecinueve años después de su inicio.

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