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FERNANDO DEL BUSTO
Sábado, 9 de febrero 2013, 01:37
La Inspección de Trabajo avanzó ayer que la investigación del accidente en Asturiana de Zinc (AZSA) que se saldó con la intoxicación de 51 de los 53 trabajadores de IMSA que trabajaron en una parada técnica el pasado mes de noviembre necesitará «varios meses». Como se sabe, desde ese accidente se ha sucedido un goteo de casos en AZSA de trabajadores con índices de mercurio en la sangre superiores a los quince microgramos por litro que marca la legislación como máximo permitido.
La investigación de lo sucedido aún se alargará durante varios meses, con el inconveniente de que el escenario donde se produjo el suceso (las torres de refrigeración del intercambiador) ha cambiado radicalmente una vez que se completó la sustitución de sus casi 3.000 tubos. Al terminar la obra fue cuando comenzaron a manifestarse los casos. La Inspección de Trabajo no descarta que la investigación necesite un año.
Al menos así se planteó ayer en una reunión mantenido por representantes del MCA-UGT con el inspector de Trabajo de Avilés. En el encuentro, éste reclamó prudencia y paciencia, señalando que se quiere «estudiar a fondo» todo lo sucedido antes de establecer conclusiones.
Dudas del informe
Por otra parte, los representantes de Comisiones Obreras, MCA-UGT y USO recibieron ayer en el comité de empresa extraordinario convocado por el Sindicato Independiente de Trabajadores de Asturiana de Zinc (SITAZ) el informe de la Dirección General de Salud Pública que avala la seguridad de las instalaciones y señala que no existe riesgo para los vecinos. Las tres centrales recibieron la documentación expresando dudas sobre el estudio.
Así, para los representantes de Salud Laboral de CC OO resultó significativo que «ninguno de los tres delegados de prevención respondiese de forma clara a la pregunta de si las instalaciones presentan algún riesgo para los trabajadores de AZSA».
Los tres sindicatos ven un primer problema en el informe público: se basa en mediciones realizadas por el equipo del doctor Santiago Español, contratado por Asturiana de Zinc. «No deja de ser un informe de parte», aseguran los tres sindicatos.
Además, ven otras dudas. «Todas las mediciones se hicieron en 100 minutos, cuando la actividad es de 24 horas y sufre altibajos», comentan desde Comisiones Obreras. También se destaca cómo el estudio se efectuó «mes y medio después del accidente y cuando se ha producido un goteo de casos».
Desde Comisiones Obreras se recuerda que «la norma básica de prevención señala que la medición ambiental es lo primero y después se adoptan los controles biológicos. Aquí se ha actuado justo al revés».
Desde UGT se recuerda que «la realización de las medidas ahora implica una dejadez, pues se confirma la existencia de un problema para la salud de los trabajadores».
USO también expresó su extrañeza porque «las mediciones se hicieron por el equipo de la Universidad de Castilla-La Mancha y técnicos de Asturiana de Zinc, sin participación del personal del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales. Deberían haber participado técnicos del Principado de Asturias».
Los sindicatos coincidieron al señalar que aguardan por los informes del Instituto de Prevención, sobre todo los estudios que documentan la exposición de los trabajadores a los metales pesados durante la jornada laboral y que se encuentran en fase de elaboración por los expertos de la administración regional.
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