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Estudiantes de la Universidad de Oviedo, con carteles insultantes de los consejeros, increpan a Lalo Azcona. :: MARIO ROJAS
Estudiantes boicotean el Consejo Social y zarandean al rector
Asturias

Estudiantes boicotean el Consejo Social y zarandean al rector

«Nunca he vivido una situación semejante y esto no puede quedar así», dijo Gotor tras el pleno, que se celebró en el Edificio Histórico

EVA MONTES

Viernes, 1 de febrero 2013, 03:13

Estaba convocada una concentración y acabó convirtiéndose en una revuelta. Poco más de una veintena de estudiantes de la Universidad de Oviedo entró en el palacio de Quirós, tomó la escalera de acceso a la sede del Consejo Social e impidió el paso a los consejeros que, en torno a las 12.30 de la mañana, acudían a la reunión del pleno. Tanto Lalo Azcona, como presidente del órgano universitario, como el rector, en su condición de máxima autoridad de la institución, intentaron hacer valer su palabra y su autoridad para disuadir a los estudiantes, que habían respondido a la convocatoria de las Asambleas de Estudiantes para protestar contra los recortes.

Pero no fue posible. Los concentrados no escucharon e incluso llegaron a zarandear al rector «con una agresividad inusitada», confirmaron algunos de los presentes. «Ha sido uno de los momentos más desagradables de mi vida profesional, nunca me había encontrado en una situación como ésta», confesó, ya por la tarde, un cariacontecido Vicente Gotor. «Fue algo bastante tenso, sobre todo cuando me han cerrado el paso para subir al Consejo Social. Me han impedido subir en un ambiente de tal crispación, que he optado por dar marcha atrás y no forzar la situación», narró el rector en la misma sala de prensa del Edificio Histórico en la que se celebró, finalmente, el pleno del Consejo Social.

No obstante, Gotor renunció a llamar a la fuerza pública. «Eso solamente lo haría en un caso muy, muy, muy extremo, por eso hemos querido optar por apaciguar las cosas», dijo, si bien inmediatamente después de los hechos el rector ordenó cerrar el acceso a los edificios históricos universitarios para evitar más conflictos. Esa medida provocó una nota de los estudiantes asamblearios en la que critican la decisión rectoral, la relacionan con que la autonomía universitaria está «robada» y «subyugada a empresas y financieros» y piden al rector que «explique este denostable acto».

Por su parte, la Universidad va a tomar medidas internas que el rector no quiso aún concretar. «Lo que ha pasado no es de recibo y esto no puede quedar así, porque no sabemos a dónde vamos a llegar», concluyó, a la espera de que el secretario general determine las acciones a tomar y sobre cuántos estudiantes. La única referencia que hizo al respecto Gotor fue la del portavoz de los convocados, Rubén Rosón, de quien recordó que «ya tuvo una intervención en Madrid bastante desafortunada intentando boicotear otra reunión. Creo que la democracia, de la que tanto hablan, hay que demostrarla y lo que no pueden hacer es impedir la movilidad a un rector como me la han impedido esta mañana».

En cualquier caso, los hechos protagonizados por los estudiantes enturbiaron el desenlace de un pleno de presupuestos que acabó mucho más distendido que comenzó. A decir verdad, fue de guante blanco, pero, según pudieron confirmar algunos consejeros, el ambiente de cordialidad no evitó que el equipo académico escuchara lo que «todos los sectores le dijeron con firmeza: que el incremento salarial del gerente no era ético ni estético». Especialmente duros fueron la directora general de Universidades y el representante de CC OO, que se abstuvo en la votación del documento presupuestario.

«La crisis del gerente»

El rector, por su parte, dio por zanjada «la crisis del gerente» al responder a CC OO que «la significativa mayoría con que fui elegido me da respaldo para cesar y nombrar a quien crea conveniente»; al afirmar que «el presupuesto está para trabajar desde el 1 de enero al 31 de diciembre», desmintiendo así a Eusebio González cuando adelantó que sólo disponía de fondos hasta septiembre, y al negarse a valorar el envío anónimo a la Junta General del Principado y a CC OO de facturas que involucran al gerente en el 'caso Renedo'. Y asumió que «la Universidad tiene que recuperar su imagen, que ha quedado muy dañada en los últimos días».

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