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ANA MORIYÓN amoriyon@elcomercio.es
Jueves, 31 de enero 2013, 02:53
Bankinter cifra en «treinta o cuarenta personas» el número de clientes de esta entidad estafados presuntamente por el agente comercial J.L.G. que, hasta hace unas semanas, operaba en la ciudad de Cangas de Onís y cuya relación profesional fue rescindida por la entidad financiera al comprobar que había realizado «operaciones irregularidades» con los fondos de sus clientes.
Tras una primera reunión informativa con varios de los afectados la semana pasada en el Hotel Sella de Cangas de Onís, la entidad confirmaba ayer que ya ha comenzado una ronda de «contactos personalizados» con cada uno de los posibles clientes estafados en las oficinas que la entidad bancaria tiene en Gijón, ya que se ha dejado de despachar en el local emplazado en la céntrica calle de San Pelayo de Cangas de Onís, donde hasta hace poco J.L.G. atendía a sus clientes. Es más, esta semana se retiraba todo tipo de cartelería referente a Bankinter del bajo comercial, compartido con una conocida aseguradora.
«Estamos analizando de forma personal y de manera pormenorizada las cuentas bancarias y todas las operaciones para comprobar que son correctas, pero se trata de reuniones de una o dos horas con cada cliente y aún no hemos podido reunirnos con todos. Esperamos acabar la ronda en los próximos días», explican desde Bankinter. Las mismas fuentes han querido lanzar nuevamente un mensaje de tranquilidad a los afectados y han subrayado que la entidad repondrá el dinero estafado por el agente comercial «de forma prácticamente inmediata, sin entrar en largos procesos judiciales», tan pronto como, puntualizan, se compruebe «fehacientemente» que se han registrado movimientos en los fondos de los clientes o contrataciones de productos «que no se corresponden con la realidad». La entidad evita por ahora cuantificar el volumen total de la estafa pero se conocen ya afectados que reclaman «hasta 200.000 euros» y familias a las que les faltan unos «400.000 euros». Y es que aunque por su condición de agente comercial J.L.G. no tenía acceso directo al dinero, sí pudo haber contratado productos sin la autorización de los clientes, solicitar créditos y desviar fondos a otras cuentas mediante los códigos para operar online a los que tenía acceso dada la gran confianza que despertaba entre sus víctimas.
Banco Pastor
La situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que hace apenas unos meses se destapó un fraude similar en el Banco Pastor de Cangas de Onís, perpetrado entonces por quien fuera ex director de la sucursal de esta ciudad desde 1998, Manuel Mori, en el que se han visto afectados unas cincuenta personas por un desfalco que ronda los cinco millones de euros y que, en la mayor parte de los casos, aún no han sido repuestos ya que se ha abierto un proceso judicial.
El escándalo del agente de Bankinter no ha hecho más que remover la situación y ahora los clientes de ambas entidades planean crear una plataforma de afectados para luchar juntos por sus intereses y recuperar cuanto antes sus ahorros. Hoy a las siete de la tarde está prevista la primera reunión en el salón de actos del Ayuntamiento de Cangas de Onís.
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