Kilómetros contra el cáncer

El gimnasio Shotokan se convirtió ayer en un centro deportivo solidario. Así lo certificaron las numerosas personas que decidieron acercarse a practicar alguna de las numerosas disciplinas que allí se imparten. De spinning a aeróbic, pasando por el full contact y el fitness. Todo ello a favor del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA) y la Asociación Asturiana Contra la Fibrosis Quística.

Una jornada solidaria que abrió el duatleta Héctor Moro, quien no dudó en subirse a la cinta para correr, en un máximo de ocho horas, un total de 84 kilómetros. «Casi dos maratones», explicó Germán Mayora, que ejerció de nexo entre el deportista y Luis Prieto, gerente del gimnasio Shotokan. «La verdad es que le llamamos y no puso ningún problema. El gimnasio ofrece numerosas clases, todo a cambio de comprar kilómetros solidarios. Creo que es una contribución muy buena», anotó Mayora.

Mientras, Luis Prieto, que no dudó en subirse en la bicicleta de spinning para dar ejemplo, aplaudió el carácter de Héctor Moro, «un fenómeno». «Ya podía haber muchas más personas que hiciesen cosas así. En estos momentos hay muchas personas necesitadas, y está muy bien que los ciudadanos colaboren con estas cosas dentro de sus medidas. Hay muchas entidades que recibirían encantadas esas ayudas. Llámense Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias, Asociación Asturiana Contra la Fibrosis Quística, Banco de Alimentos, Cáritas o Cocina Económica», apuntó el dueño del gimnasio. La iniciativa se basaba en que todos aquellos que ayer se acercaron a entrenar al gimnasio Shotokan pasasen primero por caja y comprasen, de forma desinteresada y con finalidad benéfica, kilómetros a 5 euros la unidad. «Héctor se ha puesto a correr 84 kilómetros porque está convencido de su lucha contra el cáncer», señaló Germán Mayora. Solo hace falta que el resto también lo tengan tan claro.