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Dos patos se zambullen en las aguas de la ría de Avilés, en el canal que se extiende entre el puente de San Sebastián hasta más allá de La Marzaniella. :: MARIETA
Los patos se quedan en la ría
AVILES

Los patos se quedan en la ría

Garzas, garcetas, cormoranes y martines pescadores también son visitantes regulares del cauce a partir del puente de San Sebastián El Colectivo Ornitológico Mavea contabiliza 230 ejemplares en su último censo de diciembre

J. F. G.

Lunes, 14 de enero 2013, 09:37

Ver a a un pato zambullirse en aguas de la ría de Avilés hace veinte o incluso menos años hubiera sido un hecho extraordinario, difícil de creer. Si se quería ver uno, la mejor opción, casi la única, era ir al estanque del parque de Ferrera. Aquella imagen insólita se ha convertido ahora en algo cotidiano, una estampa habitual. No es que la ría haya vuelto a ser el vergel que era antes de la llegada, allá por los años cincuenta del pasado siglo, de la siderurgia, ni muchísimo menos, pero la presencia de esta y otras especies de aves avalan que las medidas de protección adoptadas en las últimas décadas dan sus frutos, aunque no sean todos los esperados.

Los patos comenzaron a llegar a la ría de Avilés a finales del pasado siglo. Primero de forma esporádica, y después con regularidad. Al principio su presencia se limitaba al canal de entrada y a la ensenada de Llodero, pero no tardaron en extenderse progresivamente al resto del estuario.

Hoy en día se les puede ver especialmente en la cola de la ría, en el canal que se extiende desde el puente de San Sebastián hasta más allá de La Marzaniella, en el mismísimo corazón del área industrial. Algunos incluso anidan en la zona. Y no sólo hay patos. En la ría también hay gallinetas, lavanderas, correlimos, garcetas, vuelvepiedras, archibebes y otras especies de limícolas, y para comprobarlo basta con darse un paseo.

El Colectivo Ornitológico Mavea censa periódicamente el número de aves que han hecho de la ría de Avilés su hábitat, bien permanente o habitual. En el último, realizado en diciembre, contabilizó más de 230 patos únicamente en la cola de la ría. La mayoría azulones, aunque también de otras especies, como cercetas. En total han contado más de 350 aves acuáticas, y todo apunta a que la próxima primavera la imagen de un pato seguido por una fila de pollitos forme parte habitual del paisaje de la ría.

Las aves ya se atreven a remontar el cauce del río Alvarés, pese a que por él siguen fluyendo, hasta desembocar en la ría, las aguas fecales de Trasona y La Marzaniella. A lo largo de este mes se han observado allí garzas, garcetas, martines pescadores e incluso una barnacia canadiense, en este caso probablemente fugada de una colección privada.

También está confirmada la presencia de dos parejas de ánades frisos, una hembra de ánade rabudo y una gaviota anillada en Delaware, el estado de los Estados Unidos en el que tiene su sede la empresa Dupont. El Alvarés cruza terrenos situados en el perímetro de la factoría que posee la multinacional en Corvera, y a su paso forma un humedal, el de La Furta, en el que también anidan patos y otras aves.

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