La muerte de tres miembros de una familia en accidente tiñe de luto Candás

«Sentí un ruido muy fuerte. Me asomé y vi el accidente. Era un choque frontal y llamé a la Guardia Civil». Así narraba ayer Adrián Pérez, un vecino del barrio de Rendariego, en la carreñense parroquia de Piedeloro, cómo dio la voz de alarma ante el brutal impacto que segó la vida de tres miembros de una misma familia candasina.

En el kilómetro 4 de la carretera AS-110 (Candás-Tabaza) fallecieron abuelo, padre e hija. Se trata de Avelino Álvarez Cuervo, de 75 años de edad; Manuel Avelino Álvarez García, de 45, y Ana Álvarez Solla, de apenas 18.

Según indicó a EL COMERCIO la Guardia Civil, los tres fallecidos circulaban en un Nissan Primera, matrícula O-3900-BS, en dirección a Tabaza. La Benemérita apuntó que el coche invadió el sentido contrario al efectuar un adelantamiento en un tramo con curvas suaves y línea discontinua. La mala suerte hizo que el turismo colisionara con un Seat León, matrícula 9534BLH, conducido por J. M. F. M., también vecino de Candás, según las mismas fuentes. El conductor y único ocupante del segundo coche pudo salir del mismo por su propio pie, pero presentaba un traumatismo torácico.

Los servicios de emergencia recibieron la primera llamada de aviso poco antes de las tres menos cuarto de la tarde. El 112-Asturias movilizó de inmediato al jefe de Bomberos de Asturias de la zona centro y a ocho efectivos de los parques de Avilés y La Morgal, que se trasladaron al lugar con dos furgones multisocorro y un vehículo de primera salida.

Una vez en el lugar los efectivos de socorro, el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) trasladó al herido al Hospital San Agustín, de Avilés, en una UVI-Móvil. A la espera de hacerle una revisión médica en profundidad, su pronóstico es reservado.

Entre tanto, en el lugar del accidente los bomberos procedieron a la excarcelación de los cuerpos ya sin vida de los tres ocupantes del Nissan Primera, ya que el vehículo había quedado en muy mal estado, pues tras la colisión se salió de la vía y cayó por un talud de unos tres metros de altura, hasta quedar apoyado contra un árbol, cerca de un pequeño arroyo. Los bomberos tuvieron que retirar las puertas del vehículo y desmontar el techo para sacar los cuerpos, utilizando una camilla nido. La carretera quedó de nuevo expedita alrededor de las cinco menos cuarto de la tarde.

Una vez conocida la noticia, el alcalde de Carreño, Ángel Riego, se trasladó al lugar del accidente y comprobó in situ las labores de los equipos de rescate. Los fallecidos pertenecen a una familia muy conocida en el barrio de El Nodo. El alcalde dijo a este periódico que «es una desgracia para todos. Lamentamos mucho lo ocurrido». No es la primera vez que esta familia se ve golpeada por un hecho similar, ya que hace quince años el abuelo perdió en otro accidente de tráfico a una nuera y otra nieta.

En la tarde de ayer, la noticia cayó como una losa sobre los vecinos de Candás y el propio Ayuntamiento carreñense prevé decretar un día de luto oficial. Además, el novio de la joven Ana, Alberto, es jugador del equipo de fútbol del Aboño, que ayer decidió suspender el partido que tenía que celebrar este fin de semana frente al Barcia.

Los funerales por los tres fallecidos se celebrarán, de forma conjunta, mañana lunes, en la iglesia parroquial de San Félix. Tendrán lugar a las doce del mediodía y, a continuación, los cuerpos serán trasladados al cementerio de San Bernardo, donde recibirán cristiana sepultura. Hasta ese momento, los cuerpos de los tres fallecidos serán velados por sus familiares y amigos en la sala número 3 del tanatorio de La Cruz, en Candás.