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Olga, antes de entrenar ayer con La Curtidora. :: SERGIO LÓPEZ
«Sabía que no iba a dejar el voley»
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«Sabía que no iba a dejar el voley»

La excapitana avilesina estuvo fuera de las pistas más de un año, pero «tenía claro que en cuanto tuviese tiempo volvería a jugar» Olga González lidera al segundo equipo de La Curtidora tras dar a luz en 2011

SANTY MENOR

Viernes, 11 de enero 2013, 08:53

El caso de Olga González Acevedo (Avilés, 1983) es cuanto menos peculiar. La jugadora avilesina, capitana del primer equipo de La Curtidora durante varias temporadas en Liga FEV, lidera hoy en día al filial merced a su calidad sobre las pistas. La razón reside en Julia, su hija de apenas dos años, que, como ella dice, «nació entre saques y bloqueos. Me quedé embarazada en 2010 y tuve que dejar el equipo, pero tenía claro que no quería abandonar la práctica del voleibol. Así que estuve sin jugar poco más de un año, hasta la cría cumplió cinco meses, y después me incorporé al segundo equipo para entrenar menos días y no tener que viajar fuera de Asturias», explica.

A sus 30 años, cumplidos ayer jueves, Olga todavía mantiene una depurada técnica que la hace destacar en los partidillos que juega por semana contra el primer equipo, aunque sabe que su sitio, por sus circunstancias personales, está con el filial. «La verdad es que me costó adaptarme a la categoría, porque se juega a otro ritmo, pero tengo que decir que estoy encantada en el equipo. El grupo humano que hay es increíble y me lo paso genial con ellas. Cuando llevo a Julia es un espectáculo, porque es como si tuviera muchísimas amigas. No hace más que pasar de mano en mano», sonríe.

Aunque en su mejor momento deportivo era central, ahora, después de pasar por casi todos los puestos, actúa de «punta, o de delantera, como lo quieras llamar. Estoy para ayudar y juego donde sea, no tengo problema», asegura.

Su pasión por el voleibol no tiene límites y le hace compaginar el mantenimiento de su casa, el trabajo y el cuidado de su hija, sin apenas perderse ningún entrenamiento. «No es fácil de llevar, hay días que acabas muy cansada, pero me gusta tanto el voleibol que no podía dejarlo. Empecé tarde, a la edad de juvenil, pero desde entonces no he dejado de jugar y cuando estuve embarazada iba a todos los partidos y a muchos entrenamientos», asegura. «Además, también me sirve para desestresar, cuando estás un poco agobiada pegas cuatro pelotazos y ya se te quita todo, no hay fallo», comenta entre risas.

En lo deportivo, el segundo equipo de La Curtidora, segundo de su Liga, se enfrenta el próximo día 26 al líder de la categoría, el Grupo Covadonga, un encuentro «trascendental para nosotras. Estamos haciendo una gran temporada y queremos ganar para igualar a puntos al Grupo. Tenemos dos semanas por delante para preparar el choque y nos tenemos que esforzar al máximo», advierte una jugadora con alma de guerrera y que seguirá compitiendo hasta que el físico se lo permita.

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