El Mundial más abierto

El balonmano será protagonista este enero. A partir de mañana, España acoge el Mundial que reúne a las 24 mejores selecciones del planeta para dilucidar un título más abierto que nunca.

En primer lugar, la selección que ha dominado el balonmano, Francia, aparece con dudas. Doble campeona mundial y olímpica de forma consecutiva, ha perdido a algunos de sus hombres más emblemáticos como los hermanos Gille y, además, ha sufrido el escándalo de las apuestas deportivas ilegales que ha estado a punto de llevar a su estrella Karabatic a la cárcel. Milita en el grupo A, con sede en Granollers, junto a Alemania, Montenegro, Brasil, Argentina y Túnez.

Dinamarca es, por los resultados de sus últimos torneos, la candidata a romper el domino francés. Fue plata en el Mundial de Suecia 2011 y se alzó con el título hace un año en el Europeo de Serbia.

Luego, Croacia también es favorita. Perdió las semifinales del Mundial de Suecia ante los galos, pero luego siempre se ha mantenido en el podio, tanto en el Europeo de Serbia como en los Juegos de Londres.

España es, por su calidad, por su palmarés y por ser anfitriona, una de las favoritas. Jugar en casa confiere buenas dosis de favoritismo. Ejemplo claro el de Alemania, que ganó el Mundial que organizó en 2006 dejando en la estacada con un arbitraje bochornoso a España; Serbia fue finalista en el pasado Europeo en su país; Croacia fue finalista en el que organizó en el 2009.

De cualquier forma, España, que mañana debuta ante Argelia, tiene calidad para intentar sumar su segundo oro tras el de Túnez en 2005. Y eso que la convocatoria de Valero Rivera es cuestionada por la ausencia de Juanín y Ugalde y sustitución por el junior Ariño.