

Secciones
Servicios
Destacamos
J. F. G.
Jueves, 10 de enero 2013, 19:55
El desprendimiento en plena marcha de parte del frontal del autobús de la empresa Roces que cubría ayer el primer servicio de la línea Avilés-Luanco desató nuevas quejas entre los usuarios. «El problema es que llueve sobre mojado», manifestó uno de los seis pasajeros que realizaban el trayecto antes de narrar el incidente.
«Acabábamos de iniciar la subida a Valliniello cuando de repente nos sobresaltó un fuerte ruido. El conductor intentó tranquilizarnos diciendo que había sido algo que habría caído de otro vehículo, pero el ruido seguía y el autobús se iba frenando. Era como si arrastrara algo», asegura.
El conductor detuvo finalmente la marcha y bajó del autobús a ver lo que pasaba. Cuando comprobó que iba arrastrando una parte del frontal que se había desprendido «llamó a la empresa, que le ordenó que siguiera para adelante», asegura el pasajero. El autobús reanudó la marcha en sentido Luanco, «pero estaba claro que no podía seguir así. El conductor decidió finalmente dar la vuelta y regresar a la cochera», añadió el pasajero. De nuevo en Avilés, los pasajeros bajaron del autobús. «Entonces vimos lo que realmente sucedía. Luego nos subieron a otro y reemprendimos el camino hacia Luanco».
El incidente se produce dos semanas después de que, el pasado día 19, la Policía Local inmovilizase doce autobuses de la flota de Roces tras comprobar que carecían de seguro. Diez de ellos estaban en circulación, con pasajeros en su interior, que tuvieron que apearse antes de llegar a su destino, y los otros dos fueron localizados en la estación de autobuses de Avilés y en las cocheras de Roces. El servicio estuvo interrumpido casi toda la tarde, y fue reanudándose paulatinamente a partir de las ocho, cuando la empresa presentó propuestas de seguro debidamente formalizadas, lo que no libró a la empresa de una multa por importe de 31.000 euros.
«Los que utilizamos el servicio de forma regular ya sabíamos que eso podía pasar algún día. El mantenimiento de los autobuses es muy deficiente. Y no es que lo diga yo, lo dice todo el mundo. Cada vez hay más protestas, pero los conductores no pueden hacer nada y la empresa hace oídos sordos», aseguró ayer un pasajero a LA VOZ.
Al margen de la multa de 31.000 euros, Roces afronta otra de 4.601 impuesta a Autocares Lino, empresa que pertenece al mismo grupo. El expediente se abrió el 3 de marzo del año pasado a instancias de la Dirección General de Transportes y Movilidad, que apreció «falsificación de horas de registro, tarjetas de conductor, falseamiento de su contenido o de los documentos de impresión obligatorios», según refleja el requerimiento enviado a la empresa y expuesto al público en el panel de anuncios del Ayuntamiento de Corvera, donde Autocares Lino tenía su último domicilio conocido. La notificación no se pudo realizar por vía postal al ser devuelta por Correos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.