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Pietro Spagnoli, en un descanso de los ensayos de esta semana en el Teatro Campoamor. :: JESÚS DÍAZ
«Esta 'Agrippina' es en realidad muy tradicional»
Cultura

«Esta 'Agrippina' es en realidad muy tradicional»

Debuta en el papel de emperador en su tercera aparición en la Ópera de Oviedo, tras cantar el 'Barbero' y 'La italiana en Argel'Pietro Spagnoli Barítono lírico, Claudio en 'Agrippina'

ALEJANDRO CARANTOÑA

Domingo, 16 de diciembre 2012, 12:52

Pietro Spagnoli tiene la voz profunda del barítono, un porte entre socarrón y distinguido, y entra, así, con paso decidido al Teatro Campoamor para hablar de su trabajo: ya no le queda nada para debutar el papel de emperador Claudio en 'Agrippina', de Händel, que se estrena esta tarde (18 horas) en la Ópera de Oviedo. Es la primera de cuatro funciones, que lo llevarán de las pasiones a la debilidad; de la maldad a la romana a un relajado periódico en la bañera, a lo 'Dallas', en la puesta en escena de Mariame Clément.

-Usted también debuta papel, como muchos compañeros de reparto... ¿Qué tal se siente con Claudio?

-Estoy familiarizado con Händel, y la verdad es que me parece que está bastante adaptado a mi voz. Lo he estudiado mucho y he trabajado con el director musical, Benjamin Bayl, para realizar algunos mínimos cambios armónicos que me pillan muy bajos, pero son muy, muy pocos. Por lo demás, la vocalidad händeliana me resulta bastante fácil, familiar.

-Claudio fue un emperador con alguna que otra tara física, no especialmente brillante...

-En italiano, 'claudicante' es cojo.

-Y en español, tiene que ver con 'vencido'. ¿Qué hay de eso en su papel?

-Claudio no tiene una personalidad fuerte, como cabría esperar de todo un emperador romano. Es alguien a quien le falta la brillantez para comprender completamente lo que ocurre a su alrededor y que no ocupa un lugar destacado en la Historia, porque si bien llevó importantísimos acueductos a Roma, tampoco tuvo tiempo de hacer todo lo que se había propuesto. No, no tenía una personalidad de primer plano y creo que eso es lo que se refleja aquí. Y lo que le mantiene más o menos a salvo...

-Este debut coincide, además, con sus 25 años de carrera como barítono. Quizás ustedes no tengan las aspiraciones de los tenores a 'ser el bueno' y el protagonista. Quizás puedan elegir entre más caminos... ¿Qué opina? ¿Cuál es el suyo?

-Ha sido una carrera larga, de profesional. Yo me he centrado sobre todo en ofrecer una calidad constante de ejecución y de producción, con muchos roles, que me permita pasar del lírico serio al 'buffo', o al barroco. Esa era mi única intención, cantar el mayor tiempo posible. Con sueños y con proyectos, sí, pero ante todo pienso que hay que mantenerse en un nivel, y que si, como dices, eres tenor y caes en esa tentación de la carrera fulgurante, habrá picos, altos y bajos que se dejan sentir y que reducen tu carrera, en fin, a 5 o 10 años como mucho. Lo suyo es trabajar siempre y hacer cosas diferentes.

-He oído que en la producción de 'La italiana en Argel' del año pasado cocinó los espaguetis que aparecían en escena. ¿Hay tan buen ambiente en la Ópera de Oviedo o era cosa de ese reparto en particular?

-Es cierto, es cierto (ríe). Pero fue por iniciativa propia. Es algo que nace del placer de tener un clima humano, profesional, positivo y de colaboración. Soy un antidivo convencido.

-¿Por qué lo dice?

-No sé, a veces el divismo puede ser una ventaja, fuera del escenario, para alguien, pero desde luego no es una cualidad que te haga mejor cantante. Eso se demuestra única y exclusivamente en el escenario.

-Hablemos de públicos. Usted que es italiano, y que ha cantado por todo el mundo... ¿Prefiere los mediterráneos o los sajones?

-Yo no me puedo quejar, siempre me han tratado muy bien. Pero en general el público nórdico es más generoso, no sé por qué.

-Entonces, ¿en Oviedo? Somos el Norte del Sur.

-Siempre me han dado ovaciones, y han sido generosos... Quizás seais más célticos, más nórdicos.

-Sabiendo eso, y cómo han respondido a las producciones de Clément y de Emilio Sagi que ha hecho aquí... ¿Qué se espera esta vez?

-Creo que, en realidad, es una 'Agrippina' muy tradicional. Las relaciones, el fondo, todo está ahí. Y si bien el 'Barbero' de Clément era rupturista, esta propuesta es mucho más convencional.

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