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La A-8 une Otur y Las Dueñas
Asturias

La A-8 une Otur y Las Dueñas

La nueva estructura, abierta solo para el tráfico en sentido Oviedo, mejora la seguridad en la carretera N-632 El puente de Artedo suma tres kilómetros a la autovía

I. GÓMEZ

Domingo, 16 de diciembre 2012, 09:22

De Oriente a Occidente, el desarrollo de las obras de la autovía del Cantábrico suele ser objeto de críticas. Retrasos, reajustes presupuestarios o paralización de los trabajos motivan innumerables quejas de vecinos y conductores habituales y enfrentamientos políticos que, a menudo, eclipsan las mejoras en seguridad y comodidad que traen consigo las nuevas infraestructuras.

El nuevo viaducto de la Concha de Artedo es una muestra de ello. Con 1.200 kilómetros de longitud y 110 metros de altura máxima (es el puente más alto de la red de carreteras de Asturias), su construcción generó un sobrecoste de más de 20 millones de euros sobre el presupuesto inicial del tramo Muros-Las Dueñas de la autovía del Cantábrico, lo que suscitó una gran polémica. Pero su apertura al tráfico, el pasado viernes, ha supuesto una importante mejora para la circulación.

Y eso que se trata de una apertura parcial, ya que, como adelantó EL COMERCIO, tan solo se han puesto en servicio tres kilómetros de la calzada en sentido Oviedo.

Este pequeño tramo permite recorrer por autovía los cerca de 30 kilómetros que separan Otur, en el concejo de Valdés, de la localidad cudillerense de Las Dueñas, donde los vehículos deben retomar la carretera N-632 para proseguir en dirección a la capital de Asturias.

Aún queda trabajo para rematar el tramo Muros-Las Dueñas de la autovía del Cantábrico, cuya apertura se prevé para el primer trimestre de 2013. El trazado más retrasado se encuentra entre el puente de Santolaya, a la salida de los túneles de Somao, y la rotonda de Las Dueñas. Además, está pendiente el entronque de la calzada en sentido Galicia a la altura del desvío de Lamuño.

El inicio de esta actuación es la que ha aconsejado abrir el puente. En las últimas semanas, la circulación en sentido Oviedo se desvió a la calzada de sentido contrario para construir el enlace entre el viaducto y la autovía ya en servicio.

Al hacer lo mismo en la segunda plataforma, se necesitaba redirigir el tráfico. Una opción era la antigua N-632a, pero el Ministerio de Fomento optó por abrir el puente para evitar las molestias y las aglomeraciones que podrían producirse en esa vía, con un trazado estrecho y sinuoso.

Por su parte, la circulación en sentido Galicia continúa por el viejo viaducto de la N-632 hasta el desvío de Lamuño, que ha de tomarse para acceder a la autovía a pocos metros de distancia.

La apertura del nuevo puente de la Concha de Artedo también aporta mejoras en la seguridad viaria. Solo desviando el tráfico de un sentido de la circulación se constata una mayor seguridad en cruces como el de El Rellayo. Esta situación mejorará con la apertura total del tramo, al igual que ha ocurrido en otros puntos de la red regional en los que las nacionales han quedado reservadas al tráfico local.

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