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OLAYA SUÁREZ
Sábado, 15 de diciembre 2012, 15:46
La noche no acabó precisamente para muchas celebraciones. La salida nocturna de los jugadores del Marino de Luanco por Gijón concluyó con uno de ellos detenido tras una pelea en la Acerona y otro atendido en un centro sanitario tras sufrir un accidente de tráfico de regreso a su casa en La Fresneda.
Adrián Cruz, de 25 años, fue arrestado tras agredir, presuntamente, a un agente del Cuerpo Nacional de Policía que acudió a la calle Álvarez Garaya alertado por una pelea entre dos grupos de jóvenes. Al parecer, el altercado se había iniciado poco antes por una chica en un establecimiento hostelero de la zona de copas. Las dos pandillas se volvieron a encontrar en la Acerona, donde, presuntamente, discutieron y llegaron a las manos.
Cuando los agentes, sin uniformar, llegaron al lugar, el jugador más tarde arrestado echó a correr por las calles adyacentes en un intento de eludir a las fuerzas de seguridad. Fue alcanzado por uno de los policías, que, según consta en el atestado, recibió varias patadas en las piernas por parte de Adrián Cruz. Quedó arrestado por un delito de atentado a agente de la autoridad y fue trasladado a los calabozos de la Comisaría de Policía a la espera de pasar a disposición judicial.
Según fuentes del club consultadas por este periódico, el joven abandonó las dependencias policiales en el día de ayer «y pudo ir a entrenar con normalidad». El jugador, gallego de nacimiento, llegó nuevo este año al equipo de Segunda B, procedente del Guijuelo. Era la primera cena prenavideña que celebraba con sus actuales compañeros.
Vuelco en la carretera
Otro de los jugadores que había salido por Gijón, Pablo Espina, sufrió un accidente de tráfico con su vehículo cuando regresaba a su domicilio en La Fresneda (Siero). Al parecer, el coche que conducía sufrió una salida de vía y quedó volcado en la carretera, junto a un supermercado Alimerka de la urbanización.
Aunque los efectivos del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) se desplazaron hasta el lugar, no fue necesaria su intervención. Según ha podido saber EL COMERCIO, Pablo Espina intentó también darse a la fuga cuando se personaron las fuerzas de seguridad, aunque no lo consiguió.
Mañana, el Marino se enfrentará en Luanco al Sporting B, tres días después de la desafortunada noche del jueves.
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