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TERRY BASTERRA oriente.co@elcomercio.es
Jueves, 6 de diciembre 2012, 11:49
La aparición de un foco de tuberculosis bovina en el concejo de Parres está afectando al normal desarrollo de la actividad ganadera en el concejo de Parres. Hasta el momento este brote ha infectado a las reses de seis explotaciones y se han tenido que sacrificar en el último año a cerca de 130 animales que arrojaron un resultado positivo en los análisis que se les efectuaron. Para explicar la actual situación y las medidas que va a tomar el Gobierno regional al respecto ayer se reunieron la directora general de Ganadería, Rosa Urdiales, y la responsable de las campañas de saneamiento ganadero del Principado, Fernanda Fernández, con cerca de medio centenar de ganaderos del concejo.
La zona donde se ha detectado una mayor incidencia de esta enfermedad está situada en la mitad oeste del municipio, concretamente a la altura de las localidades de Fíos, Pandielles o Villar de la Cuesta, entre otras, y cerca del límite con el vecino concejo de Piloña. La previsión del Ejecutivo regional es llevar a cabo una nueva campaña de saneamiento en las ganaderías asentadas en el lugar donde se ha detectado el brote, además de en aquellas que lleven sus animales a estos pastos, para «limpiar» la zona del mal. Y es que en esta parte del concejo existen unos terrenos comunales donde se mezclan las reses de varias explotaciones en la época de primavera y verano.
«Lo que hemos detectado es una incidencia mayor de la esperada de tuberculosis bovina en esta zona desde finales de 2011. No es muy alarmante pero queremos evitar que vaya a más», señaló la directora general de Ganadería. Por este motivo se ha decidido que es ahora, en el invierno, el mejor momento para llevar a cabo esta nueva ronda de análisis ya que en esta época las reses permanecen en sus respectivas explotaciones y no tienen relación con otros animales. La intención de la Consejería de Agroganadería es que este problema esté solucionado antes de que lleguen de nuevo los meses calurosos, para que los ganaderos parragueses puedan volver a soltar sus animales en el monte como tienen por costumbre ya avanzada la primavera.
Lo que se desconoce es el origen de este foco de tuberculosis bovina. Lo más probable es que provenga del movimiento de ganado, de la fauna silvestre o de una explotación puntual. Y es que ésta es una enfermedad que los animales se contagian principalmente por la respiración o por el contacto entre ellos, por lo que la enfermedad en esta zona de Parres se ha extendido con más facilidad ya que los animales tienden a pastar juntos en los terrenos comunales.
El programa nacional de saneamiento ganadero exige que cuando un animal da positivo éste sea sacrificado y después se analicen sus restos para certificar la presencia de la enfermedad. En Asturias la prevalencia de este mal es de un 0,14%, mientras que los niveles de incidencia se sitúan en el 0,12%, según anunció la Consejería de Agroganadería el pasado octubre. De hecho el mayor problema que está dando la tuberculosis bovina en los últimos tiempos en la región son los falsos positivos, ya que se sacrifica a animales que luego se certifica que no estaban infectados.
En cuanto a los demás concejos orientales, la directora general de Ganadería aseguró que no se ha detectado en sus respectivas cabañas ganaderas una incidencia mayor a la de otras zonas de Asturias, por lo que esta «actuación específica» se va a limitar a la zona afectada en Parres.
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