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EVA MONTES
Miércoles, 5 de diciembre 2012, 01:30
Poco más de 25.000 estudiantes matriculados en el curso 2012/2013 en la Universidad de Oviedo, y 10.000 han solicitado beca al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Casi la mitad. Concretamente, el 40% del alumnado que quiere cursar estudios superiores en Asturias ha pedido ayuda económica al Estado. «El año pasado ya sufrimos un incremento importantísimo en el número de solicitudes, que pasó de 7.000 a 9.000, pero es que este año hemos batido todos los récords, hemos llegado a las 10.000», explica el vicerrector de Estudiantes y Empleo, un tanto agobiado por las nuevas normas de tramitación impuestas desde Madrid, que abocan, irremisiblemente, «a mucho más trabajo en mucho menos tiempo y con mucho menos personal, lo que pone en peligro que lleguemos a tiempo a los plazos marcados».
Según cuenta Luis Rodríguez, hasta ahora la evaluación de las solicitudes de becas se la repartían al alimón entre el Ministerio de Educación y las universidades. A ellas les correspondía estudiar si los alumnos cumplían los requisitos académicos y a él si la renta familiar superaba los mínimos exigidos en la convocatoria. «Este año ha cambiado. El ministerio lo controla todo. Como si no se fiara de nosotros, nos pide todos los datos del alumno en bruto, asignatura por asignatura y calificación por calificación, para que sean ellos quienes los verifiquen. Y eso no solo es un trabajo ímprobo con 10.000 alumnos solicitantes, sino que, además, hay que hacerlo con un sistema informático que no es el nuestro, con una aplicación que hemos tenido que implantar, pero que no funciona como debería, y en un tiempo récord. El 16 de noviembre todavía nos estaban dando indicaciones de cómo teníamos que trabajar los datos a remitir, cuando la fecha límite de envío era la del día 30».
Las universidades incumplirán
La imposibilidad para todas las universidades de cumplir los plazos establecidos forzó una carta del rector de la Universidad Pública de Navarra, en su calidad de presidente de la Runae, el órgano de la CRUE compuesto por los vicerrectores de Estudiantes, al secretario general de Universidades, y logró un poco más de tiempo: hasta el 15 de diciembre. Pero para Luis Rodríguez no es suficiente. «Nos obligan a trabajar con una aplicación informática que nadie tiene, excepto tres o cuatro universidades, y hasta hace una semana no conseguimos empezar a grabar datos. Solo con que el nombre de una asignatura sea más largo de lo establecido, ya te rechaza la solicitud. Todas las universidades van a incumplir el plazo», señala un preocupado Luis Rodríguez.
Preocupación, por otra parte, que comparten todos sus homólogos, algunos de los cuales hasta creen ver cierta carga de intencionalidad política en el cambio de método y tiempos del ministerio para hacer recaer en las universidades la responsabilidad del resultado en un año de recortes. En ese sentido, el vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Oviedo señala que otros años el ministerio facilitaba un 40% de personal adicional de refuerzo, «pero este año no lo tenemos, así que contamos con siete personas para meter datos pormenorizados de 10.000 expedientes, sin posibilidad de contratación ni de poder pagar horas extra. La situación es, cuanto menos, inquietante».
El curso pasado la Universidad de Oviedo, con criterios académicos más favorables, tuvo 5.446 becarios de entre 9.000 solicitantes.
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