Los sindicatos aplauden la propuesta de Arcelor e instan a evitar el arbitraje

Los sindicatos acudirán a la reunión del lunes con la dirección de Arcelor con ánimos renovados después de que ayer se conociese que el gigante del metal tiene intención de rebajar el ajuste que planteó en un principio y del que hasta ahora no se había movido un ápice. Las centrales consideran, pese a no conocer todos los detalles de la propuesta, que este paso al frente de la multinacional abre las puertas a un posible acuerdo, y destacan que llega en un momento clave. De no encontrarse un punto común que satisfaga a las partes, será la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, que actúa como árbitro en el conflicto, la que decida el futuro de las factorías españolas.Y las organizaciones de trabajadores albergan mínimas esperanzas de que el dictamen caiga de su lado.

La empresa estaría pensando en suavizar el recorte de la masa salarial variable que pasaría del 11% al 7%. En sus nuevos planes entraría también retirar la ampliación de jornada, a cambio del establecimiento de un sistema que permita no recurrir a contrataciones eventuales en verano durante los dos próximos ejercicios.

La puesta en marcha con la máxima premura posible (se habla de enero) del horno alto 'B', que carece de actividad desde que se parase en julio para acometer reparaciones, y el arranque de la línea número uno de galvanizado y la de pintura, ambas en la planta de Avilés, serían los otros pilares de la propuesta que Arcelor pretende plantear el lunes a los representantes de los trabajadores en la siderúrgica.

La empresa aún no ha comunicado oficialmente las nuevas condiciones que tiene en mente a los sindicatos, que acudirán a Madrid con la firme intención de agotar la vía de la negociación y evitar un arbitraje que ya está en marcha.

«Vamos a ir a la reunión con cautela porque no conocemos la propuesta», destacó ayer Nicomedes Sánchez, responsable de la secretaría de política industrial de CC OO, quien valoró de forma positiva que la empresa esté dispuesta a rebajar sus pretensiones iniciales. Hizo hincapié en la importancia de llegar a un acuerdo lo antes posibles e instó a las partes a devanarse los sesos para conseguir unas condiciones favorables para todos y que «Arcelor pueda quedarse en Asturias». Nicomedes Sánchez resaltó que los sindicatos «no nos levantamos de la mesa» y subrayó que fue la empresa la que provocó la ruptura de las negociaciones.

Los términos que plantea el gigante del metal «estarían muy cercanos» a la postura de USO, tal y como defendió ayer Pedro Cancio, responsable de este sindicato en Arcelor. Mostró la disposición de su organización a alcanzar un acuerdo y abogó por «tener mucho cuidado» a la hora de movilizarse en este periodo, ya que podría ser interpretado, dijo, «como un acto de mala fe».

Iñaki Malda, de UGT, presidente del comité de empresa de ArcelorMittal en Avilés, por su parte, puso en duda que la empresa vaya a suavizar tanto su postura en la reunión del próximo lunes, y destacó que fueron los sindicatos quienes promovieron la celebración de un encuentro para «agotar la vía del diálogo» e impedir el descuelgue del convenio.