Borrar
Urgente El Sporting negocia el fichaje de Asier Garitano
Detalle de una mismo área del mosaico, ayer (izquierda) y en 2007, poco antes de la inauguración del museo (derecha). :: E. C. / SEVILLA
Un mosaico contra el tiempo
GIJÓN

Un mosaico contra el tiempo

Cinco años después de su exposición al público, la composición cerámica de Veranes necesita mejoras «urgentes»La arqueóloga Carmen Fernández Ochoa asegura que este tipo de restos «siempre tienen problemas de conservación»

I. VILLAR

Viernes, 30 de noviembre 2012, 04:23

1.500 años no pasan en vano, pero han bastado cinco para que el enorme mosaico policromado que preside la principal estancia de la Villa Romana de Veranes empiece a acusar el paso del tiempo. La alerta la lanzó el Ayuntamiento, que considera que existen «graves problemas heredados» de los gobiernos anteriores en lo que respecta a la conservación del patrimonio arqueológico, especialmente en esta pieza, y el testigo lo ha recogido el Principado, que tras visitar la instalación ha encargado, a petición de la Concejalía de Cultura, la elaboración de un informe que determine el estado real del mosaico y las medidas que es necesario tomar para preservarlo en perfectas condiciones también en el futuro. Los presupuestos municipales de 2013 reservan una partida de 400.000 euros ante la previsible necesidad de acometer obras.

El mosaico, situado sobre el suelo de la sala en la que el antiguo señor de la villa, en los siglos IV y V, recibía a sus invitados más ilustres y ejercía su dominio sobre las tierras y las gentes que vivían en torno a esta edificación. Fue desenterrado en 1999, durante las excavaciones dirigidas por los arqueólogos Carmen Fernández Ochoa y Fernando Gil y posteriormente sometido fuera de su emplazamiento original a un cuidadoso proceso de restauración, tras el que regresó a la habitación principal de la villa. Para protegerlo de las inclemencias del tiempo, se construyó sobre los restos de la estancia, techando el mosaico, un gran 'cubo' diseñado por el arquitecto Manuel García que permitía a los visitantes observar la composición desde una pasarela elevada.

El museo abrió sus puertas en 2007 y cinco años después el mosaico ha acusado su exposición casi al aire libre. Aunque un techo traslúcido lo protege de la lluvia, las paredes del 'cubo' están abiertas por su parte inferior, por lo que la estancia romana sigue en pleno contacto con los terrenos que la rodean y ve cómo en ocasiones se filtra agua por los muros. Al margen de lo que determine el informe arqueológico, hay algunas partes de la pieza donde el deterioro se aprecia a simple vista. En su parte Norte, que es donde se han logrado recuperar más teselas -las pequeñas piedras de colores que forman el dibujo-, han aparecido dos pequeños abombamientos que se prolongan en línea recta -como si pasara un cable bajo el mosaico- y que han levantado varias de las piezas. Uno de ellos incluso ha motivado la aparición de un pequeño agujero que rompe la continuidad del dibujo y por el que empieza a asomar vegetación. También hay alguna grieta sobre el solado que, pese a no tener teselas, marca las líneas que seguía la parte del mosaico que no se ha podido recuperar. En lo que respecta al edificio, bajo el techo acristalado se colocó una fina red para evitar que cayera suciedad a los restos arqueológicos, pero en la actualidad está suelta en varios puntos.

La arqueóloga que dirigió la excavación, Carmen Fernández Ochoa, evitó valorar su estado actual, que no conoce, aunque apuntó que «los mosaicos siempre tienen problemas de conservación».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Un mosaico contra el tiempo