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ECONOMÍA

Arcelor y los sindicatos, enrocados, apuran la negociación hasta el límite

La reunión de ayer finalizó sin avance alguno a la espera de lo que ocurra el jueves, último día antes de que se acuda a un arbitraje

E. ARENAS

Martes, 13 de noviembre 2012, 04:02

Diálogo para sordos en ArcelorMittal. El proceso abierto por la multinacional para aplicar su ajuste laboral no avanza ni un milímetro y sindicatos y empresa se mantienen enrocados en sus posturas a la espera de que el próximo jueves se produzca la última reunión del periodo de consultas de este proceso de descuelgue. «Va a ser muy difícil, por no decir imposible» que se produzcan acuerdos», señalaron ayer fuentes sindicales tras finalizar una reunión en que «no hubo movimiento alguno por parte de la empresa», según denunciaron.

Los sindicatos mantienen su última oferta sobre la jornada y los salarios, que en su momento supuso un acercamiento, pero que la empresa también la rechazó.

Todo queda ahora pendiente la reunión del próximo jueves, la última en la que se podrá negociar un acuerdo antes de dar el siguiente paso, ya prácticamente definitivo, hacia el descuelgue del convenio y que dejaría el asunto en manos de mediadores en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje. Si tampoco aquí es posible el acuerdo, será la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos la que decida en última instancia. De llegar a ese punto, a los sindicatos les quedaría entonces la posibilidad de acudir a los tribunales, algo que nunca han descartado.

Defectos de forma

Que el proceso en que se encuentra ahora la negociación, basado en la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, sea aún un terreno desconocido para todos hace que las negociaciones para llegar a acuerdos sean aún más difíciles, según señalaron fuentes sindicales.

Los sindicatos se quejan de que para tratar de evitar posibles defectos de forma que darían paso a impugnaciones, la empresa «va por el libro» en este proceso y esta rigidez dificulta grandemente las negociaciones y la posibilidad de llegar a acuerdos.

ArcelorMittal propuso a los sindicatos a principios de septiembre un duro ajuste para reducir en un 25% los costes laborales de las factorías españolas. Planteó una rebaja salarial del 10%, aumentar en doce días la jornada laboral anual y congelar la antigüedad durante los próximos tres años. La empresa les dijo a los sindicatos que aplicaría el recorte con o sin acuerdo y vinculó la apertura del alto horno 'B', parado tras una reparación, a la aceptación del ajuste por parte de los trabajadores. Tras una jornada de huelga, la empresa accedió a negociar el ajuste dentro del V acuerdo marco, para que entrara en vigor a partir de enero de 2013, pero después de varias reuniones la dirección de la multinacional decidió romper esta vía y retomar el descuelgue.

Para este nuevo proceso, la empresa realizó otra propuesta de ajuste que dulcificaba en parte la fórmula inicial y que reducía hasta el ajuste hasta el 20%. Los sindicatos contraatacaron con otra propuesta que salvaba sus puntos más débiles, referidos a la jornada laboral y a los salarios. Sobre todo, plantearon que las medidas fueran reversible en cuando se produjera una recuperación económica.

La empresa planteó en el nuevo escenario del descuelgue volver a las tablas salariales de finales de 2008, un aumento de la jornada laboral de 12 días y la congelación de los salarios durante los próximos tres años. Los sindicatos, por su parte, propusieron una jornada de 1.640 horas, con flexibilidad para las vacaciones de verano, lo que evitaría la contratación de una parte de trabajadores eventuales, así como la congelación laboral en 2013; una subida salarial del 1,5% en 2014 dependiendo de los beneficios y de un 3% en 2015. La empresa avisó de que a partir de ahora no quiere vincular las subidas salariales al Índice de Precios al consumo (IPC).

«Nos la jugamos»

La semana considerada «clave» para llegar a un acuerdo en Arcelor comenzó con malas perspectivas ya que, según fuentes sindicales, «la empresa se reitera continuamente en su posición inicial y su respuesta es que la vía del acuerdo pasa siempre por el descuelgue, algo que no tiene sentido».

Ante lo que pueda ocurrir en la última jornada de la negociación del descuelgue, los representantes de los trabajadores se muestran muy pesimistas. «Está claro que nos la jugamos el próximo jueves», señalaron fuentes sindicales ya que «si no hay acuerdo y el alto horno 'B' permanece parado habrá despidos, pero también se la juega la empresa que no va a poder mantener una actividad normal en medio del conflicto. Los sindicatos temen, sobre todo, que el próximo jueves «se acabe con las relaciones laborales de la empresa, algo que siempre fue el santo y seña de Arcelor», según dijo el responsable de MCA-UGT en Arcelor Gijón, Alberto Villalta.

El responsable de la Unión Sindical Obrera (USO) en las factorías asturianas, Pedro Cancio, dijo, por su parte, que «seguiremos apostando por el diálogo pero un acuerdo lo vemos muy difícil porque aquí no se mueve nadie».

Sobre la posibilidad de que el principado intervenga como mediador en esta negociación, Cancio indicó que «eso da igual porque aquí lo que vemos es que nadie tiene voluntad de negociar».

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