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ANDRÉS SUÁREZ
Lunes, 12 de noviembre 2012, 08:55
2012 camina hacia su final y al Gobierno regional se le acumula el trabajo. Confiaba en sacar adelante sin mayores problemas la ley de medidas contra el déficit y su tramitación se ha enrevesado más de la cuenta. El presupuesto de 2013 llega ahora a la fase definitiva de negociación. Y, mientras tanto, las conversaciones para alcanzar un acuerdo de concertación con patronal y sindicatos avanzan, aunque sin que el consenso llegue a imponerse de una forma definitiva. Estos dos últimos asuntos, el presupuesto y la concertación, están directamente ligados. El año que viene estará marcado por un brusco descenso de los recursos, lo que obliga a priorizar y a apostar por determinadas líneas de actuación en detrimento de otras. Y es aquí donde surgen las diferencias. La pregunta bien podría ser: ¿Más gasto social o más inversión?
Las negociaciones del Gobierno con la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), UGT y CC OO empezaron con mucho brío en julio, sufrieron después una cierta ralentización y, en el momento actual, todas las partes coinciden en que se han producido bastantes avances, pero que todavía faltan cosas por cerrar. Para algunos son solo «flecos», para otros, «cuestiones importantes». Hay cierta coincidencia a la hora de apuntar que existe consenso en un 80% de las materias. La cuestión es saber si los actores implicados serán capaces de desencallar ese 20% restante.
El problema es de falta de fondos, en un momento en que los ingresos caen en picado y con la perspectiva de un 2013 de acusado declive de la economía. El último presupuesto aprobado por la Junta, en 2011, superaba en términos consolidados los 4.300 millones de euros. Se estima que el actual ronde los 3.700, así que las estrecheces son muchas. Hay menos dinero y las diferencias tienen que ver con su reparto.
Hay que tener en cuenta que el Gobierno monolocor del PSOE no tiene en este momento asegurada la aprobación del presupuesto de 2013 que habría de financiar la concertación, y ese es un elemento muy a valorar. Necesita de apoyos, que pasan, tal y como remarcó el sábado el presidente, Javier Fernández, por sus teóricos aliados de Izquierda Unida y UPyD. Eso condiciona al Ejecutivo a la hora de definir sus prioridades.
Por ejemplo, en el peso que en la concertación tengan cuestiones esenciales de lo que se da en llamar 'gasto social' y que incluye, entre otras cosas, elementos de los que IU siempre ha hecho bandera, como el salario social o las políticas de vivienda. O la ley de dependencia, impulsada en su momento por el PSOE desde La Moncloa y que es quizá el principal capital político que acumula José Luis Rodríguez Zapatero tras su paso por el Gobierno.
Aquí hay un punto de fricción importante del Gobierno y las centrales sindicales con la patronal, que, según fuentes de la negociación, sostiene que no se puede hacer una apuesta exclusiva por el gasto social que sacrifique la inversión y los fondos destinados a la economía productiva. La posición de la Fade viene a hacer bandera de la necesidad de destinar, en un momento de recursos escasos, una buena parte de los mismos a la generación de actividad y, por tanto, de empleo. A día de hoy no hay todavía un equilibrio entre ambos planteamientos.
También persisten discrepancias en las fórmulas para, precisamente, combatir el acusado incremento del paro. El Gobierno, y así lo dijo su presidente en el pleno de la Junta del pasado viernes, apuesta, entre otras cosas, por los planes locales de empleo, que tendrán su reflejo en ese hipotético acuerdo de concertación.
Incentivos
De esos planes de empleo y de su validez siempre ha recelado Fade y, según precisan estas mismas fuentes, también lo hace ahora. Especialmente si se tiene en cuenta que el borrador sobre el que se trabaja contemplaría un importante descenso en otro capítulo, el de los incentivos a la contratación, que la patronal ha defendido históricamente como más eficaces que los planes locales.
En adelante, la negociación del presupuesto que ha de dar sustento a la concertación y la de la concertación en sí irán casi en paralelo. Prueba de ello es que el Gobierno, que tiene armado el esqueleto del proyecto de cuentas para 2013, ya ha comunicado a patronal y sindicatos las primeras cifras de un hipotético pacto a tres bandas. Lo hizo hace unos días el titular de Economía, Graciano Torre, en una comida con el líder de Fade, Severino García Vigón, y los secretarios generales de UGT y CC OO, Justo Rodríguez Braga y Antonio Pino. La solución de ambos asuntos, esenciales para el futuro inmediato de Asturias, no se demorará más de unas semanas.
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