Borrar
Basurero abierto entre El Corte Inglés y la entrada a la ciudad desde la autovía 'Y', con Nuevo Gijón y Tremañes de fondo. :: JOAQUÍN BILBAO
Los vertederos vuelven a tupir la región
Asturias

Los vertederos vuelven a tupir la región

Parque Verde estima en 200.000 las toneladas esparcidas el último año en centenares de escombreras ilegales. «La picaresca repunta», admiten los ecologistas La crisis propicia que particulares y empresas se libren de residuos de obra sin pagar su reciclaje

RAMÓN MUÑIZ RAMÓN MUÑIZ

Lunes, 12 de noviembre 2012, 08:58

El joven lleva cables enrollados en el hombro y balancea el hacha con que los ha arrancado. «A saber a quién dejó sin luz», censura un vecino, desde la prudente distancia. «Ahora los echará a una hoguera para sacarle el cobre; menudos son éstos, lo aprovechan todo». El informante calza sandalias crocs y también busca suerte en el vertedero, «unas maderas, a ver si prenden la chimenea». Estamos en Les Maravilles, las parcelas sobre las que iba a crecer Nuevo Gijón, a dos minutos de El Corte Inglés. El dueño de estos terrenos expropiados o comprados no tiene prisa: la caseta de la promotora avisa de que allí ya no reciben, de que si buscas piso, llames a tal número. A las puertas de Gijón, los terrenos que la crisis dejó sin uso se cubren de sacos de obra, uralita, sofás, botellas... Y de gente que busca entre ellos.

Emulsa, la empresa de Medio Ambiente gijonesa, ha censado 50 escombreras así. Llanes reconoció 52 el año pasado y Siero llegó a 80. En el concejo de Caso se contaron 203. ¿Cuántos hay en Asturias? «Nosotros habremos denunciado unos 500 pero deben ser miles», estima Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies.

La Fiscalía de Asturias tiene desde 2006 la orden de centrarse en los vertederos 'pirata' «colindantes con zonas forestales, por el gran riesgo que entrañan de originar un incendio forestal». Se trata de una subespecie en retirada: de los 79 expedientes abiertos en 2009, el Ministerio Público bajó a 50 en 2010 y cerró el pasado ejercicio con 46.

El protagonista ahora es el detrito de construcción que descansa en descampados, fincas, canteras... Lugares a los que tiene prohibido ir. Desde la aprobación del Real Decreto 105/2008, los escombros sólo pueden acabar reutilizados en la propia obra, aprovechados en alguna labor de relleno o entregados a un gestor para su reciclaje.

En Asturias solo Cogersa y Parque Verde tienen plantas autorizadas para la recuperación del escombro, previo pago de unas tasas que van desde los 6,48 euros por tonelada de desecho fácil de reutilizar, hasta los 16,92 euros si llega muy mezclada. Sus máquinas deberían tragar todo el yeso, ladrillo, puerta y hormigón despreciado en la región.

Sin embargo, con la crisis «disminuye el número de obras tanto como aumenta la picaresca de quien evita el pago, todo el mundo va a lo económico», razona Pontigo, quien distingue tres tipos de infractores: «Está el vertedero del pueblo, donde el ayuntamiento no hace recogida de enseres y los vecinos los dejan tirados en el mismo sitio; está el particular que se mete en una reforma de la cocina y, en vez de pagar, echa los sacos en cualquier lado. Luego te encuentras a las empresas encargadas de ponerte el container de la obra, que te cobran por llevarlo a reciclar y en vez de eso los echan por ahí».

El fraude es de interés. La tasa de reciclaje supone casi la mitad de la factura que emiten las empresas que transportan containers. Un chófer que cobre por retirar el contenedor de obra puede embolsarse 205 euros si hace cinco viajes al vertedero 'pirata'. El dinero le da margen para rebajar sus honorarios, atraer clientes más interesados en el precio que en saber dónde acaba el escombro, y expulsar a la larga del mercado a quien sí cumpla la norma.

En la Consejería de Medio Ambiente, el jefe de unidad R.I. R. S. es el encargado de fiscalizar a las 19 empresas autorizadas a trabajar el sector. Entre 2008 y 2012 detectó este tipo de mecánicas hasta proponer la apertura de 24 expedientes sancionadores ; nueve de ellos datan de los primeros cinco meses del año. Después no pudo continuar. Las mercantiles contra las que promovió el 41,6% de estos expedientes le han demandado al entender que en realidad actuaba así para ayudar al accionista de Parque Verde.

Una bajada «exagerada»

A la espera de que la justicia determine sobre los motivos de R. I. R. S., en el Seprona de la Guardia Civil no perciben un aumento del escombro. De enero a octubre suman 25 vertederos denunciados, número inferior a otros años «por la disminución de la actividad industrial», aseguran.

A los 'recicladores' de escombro no les salen las cuentas. En el primer semestre del año, Cogersa y Parque Verde recepcionaron casi 100.000 toneladas de residuo de obra, un 44,7% menos que en 2011. La bajada «es exagerada, el año pasado ya estábamos en crisis, la construcción no ha caído tanto de golpe», valora José Luis Martín Fandiño, gerente de Parque Verde. El observatorio económico Sadei certifica que entre uno y otro año la producción de cementos -dato que funciona como termómetro del sector- se contrajo un 21%.

¿De la obra al centro de reciclaje, en qué parte del camino estaría desapareciendo el residuo restante? Martín cree que «unas 200.000 toneladas terminaron el año pasado en esos vertederos ilegales». De confirmarse, el ilícito privó a Cogersa y Parque Verde de unos 2,4 millones que legalmente debían recaudar.

Son desperdicios que se acumularían, ensuciando el paisaje, contaminando en la descomposición de la uralita o los plásticos. Existe un tercer perjuicio y es el del bien impedido. La pista de tierra batida donde España le disputó la semifinal de la Davis a EE UU, el firme de la avenida de Portugal en Gijón y la rotonda que da acceso a la ciudad desde la 'Y' están realizados aprovechando materia de desecho. Parque Verde presume de exprimir su maquinaria hasta dar uso al 96,4% del residuo recogido.

Ecologista y empresario responden con rotundidad que para atajar el contagio de basureros «basta con aplicar la ley, no hace falta más». El Real Decreto antedicho prohibe echar los residuos de obra por ahí y la Ley 22/2011 castiga a quien se lo salte con multas de entre 901 y 45.000 euros en la mayoría de los supuestos y de 45.001 euros a 1,7 millones las faltas muy graves. El asunto no llega a la categoría de delito, pero las sanciones lo dejan claro, tanto como que «basta echar una capa de tierra para ocultar el desmán».

La Coordinadora lleva años fotografiando infracciones y advirtiendo de ellas a las administraciones y a la Fiscalía. A esta vigilancia se están sumando los 88 trabajadores que le quedan a Parque Verde y que, ante la falta de material que tratar, han visto ya cómo 66 compañeros eran despedidos. «Saben que el puesto peligra y por eso estamos todos muy alerta», admite el gerente ante un reto complejo: o denuncia a los infractores hasta convertirlos en sus clientes, o permite que los vertederos 'pirata' acaben sepultando su empresa: «A este ritmo, a 2014 no llegamos».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Los vertederos vuelven a tupir la región