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Un autobús de EMTUSA, en una parada de la avenida de la Costa, junto a Begoña. :: P. UCHA
Medidas contra los malos humos
GIJÓN

Medidas contra los malos humos

El Plan de Energía Sostenible incluirá acciones en el transporte, las viviendas y los servicios y edificios públicos

IVÁN VILLAR

Domingo, 14 de octubre 2012, 12:39

La meta es 2020. Y el objetivo, triple: reducir un 20% las emisiones de dióxido de carbono -con respecto a las cifras de 1990-, aumentar un 20% el consumo de energía procedente de fuentes renovables e incrementar un 20% la eficiencia energética. Es el reto que se ha marcado Gijón con su adhesión, hace ya un año, al Pacto de Alcaldes, la iniciativa europea que trata de promover la sostenibilidad en más de 4.000 ciudades y regiones del continente. El primer paso, obligado, ha sido la elaboración de un inventario de emisiones que indica las principales fuentes de dióxido de carbono de la ciudad, ya sea por los gases que generan o por la producción de energía a la que obligan en función de su consumo. Pero el mismo estudio sirve como base para la próxima elaboración de un Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES), de cara al cual apunta ya algunos retos específicos y plantea medidas para alcanzarlos. Se trata de acciones puntuales enfocadas al impulso de los transportes públicos o no contaminantes frente al vehículo privado y a la promoción de la eficiencia energética en edificios privados y equipamientos públicos, siempre con la concienciación ciudadana como eje fundamental. La industria, pese a ser el primer foco emisor de gases contaminantes, queda excluida de estas acciones, al igual que el sector primario, pues el plan que debe elaborar el Ayuntamiento se centrará en sus propias instalaciones y servicios, así como en el transporte privado y comercial y los sectores residencial y comercial, que es donde tiene capacidad para poner sobre la mesa compromisos de reducción de emisiones susceptibles de ser cumplidos en el plazo marcado. En total son una treintena de medidas las que se plantea adoptar. Se explican a continuación.

Coches compartidos y más carriles bici

Los vehículos particulares, junto con el transporte comercial -taxis y mercancías-, son responsables del 22% de las emisiones de dióxido de carbono dela ciudad, si se excluye la industria. Para reducir su impacto se plantea promover el cambio del coche privado por el transporte público, así como su sustitución por medios no contaminantes, como la bicicleta o los desplazamientos a pie. El documento propone, en este sentido, aumentar tanto el número de calles peatonales en el centro como los kilómetros de carril bici de la ciudad. Pone como objetivo, de hecho, pasar de los 66 kilómetros actuales a 76, lo que entiende que facilitaría que los desplazamientos urbanos que se hacen en bicicleta superen el 2% del total en 2020.

Para quien no renuncie al coche privado, plantea promover el uso compartido de los vehículos. Actualmente la ocupación media en los desplazamientos por Gijón está en 1,2 personas por vehículo. El informe plantea el objetivo de elevarla a 1,3 personas, lo que reduciría las emisiones procedentes del coche privado en un 8%. Para alcanzar esta meta, propone crear una web para organizar el uso compartido de los vehículos particulares. Recomienda además promover cursos de conducción eficiente entre los ciudadanos, para que reduzcan el consumo de combustible.

Emulsa, la que más aumentó su consumo

La flota municipal representa el 0,44% de las emisiones de dióxido de carbono del 'ámbito PAES', esto es, excluyendo la industria, y es el único sector de este mismo ámbito que incrementó sus emisiones con respecto al año 2007, algo que el informe atribuye al «aumento sustancial» de los servicios prestados por Emulsa. Por eso recomienda adoptar medidas específicas para los vehículos de esta empresa municipal, aunque sin precisar cuales. Por otra parte propone un programa de 'leasing' (alquiler con opción a compra) de vehículos de máxima eficiencia energética y la implantación del 'carsharing', esto es, el uso compartido de los coches municipales. Gijón ya cuenta con un sistema de estas características del que de momento se benefician los trabajadores municipales y también empleados del Parque Científico y Tecnológico y que en el futuro se pretende extender a toda la población a través de la Tarjeta Ciudadana. La flota de uso compartido cuenta con 54 vehículos alquilados, entre ellos ocho coches eléctricos y dos híbridos. El Ayuntamiento tiene alquilados otros 51 vehículos de uso no compartido, correspondientes al área de Seguridad Ciudadana, a los que se suman 41 camiones, furgones, vehículos pesados y maquinaria de propiedad municipal.

Más vehículos híbridos y conducción eficiente

Los autobuses municipales, que producen el 1,85% de los gases del 'ámbito PAES', merecen un capítulo aparte en el inventario de emisiones. Puesto que se ve como alternativa para reducir la contaminación que producen los vehículos privados, se recomienda la puesta en marcha de un plan integral de marketing que permita aumentar un 7% el número de viajeros, pasando de los 18,7 millones de 2010 a 20 millones en 2020. Estas acciones de promoción del transporte público deberían ir acompañadas, según el informe, de otras como la puesta en marcha de carriles bus y otras medidas que agilicen los desplazamientos de los vehículos de EMTUSA y, complementariamente, de la creación de aparcamientos disuasorios.

Pero a la vez que se ganan viajeros como vía para reducir las emisiones de los coches particulares, el informe considera necesarias otras actuaciones para mejorar la eficiencia energética de la flota de autobuses, como la introducción de vehículos híbridos (que consumen un 25% menos), la implantación de un sistema de gestión de la conducción (reduciría el consumo en un 5%) y la impartición de cursos de conducción eficiente a la plantilla (el consumo de combustible se reduciría un 2% adicional).

La antigüedad del parque, el principal problema

En lo que respecta a las viviendas privadas, la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono tras la industria, el informe destaca como problema más grave la ineficiencia energética asociada a la antigüedad del parque residencial, ya que el 60% de las viviendas de Gijón se construyeron en los años 60 y 70, por lo que rozan ya el medio siglo. Para mejorar su eficiencia se propone la inclusión de elementos de mejora de la envolvente energética cuando se aborden actuaciones ligadas al plan de fachadas o en la rehabilitación de 100 viviendas de Jove y 790 de Roces. Por otra parte el informe destaca que en Gijón quedan aún diez edificios que utilizan caldera de carbón para la calefacción y el agua caliente sanitaria y 203 que alimentan la suya con gasóleo, y propone fomentar la sustitución de estos sistemas por calderas comunitarias de gas natural, que supondría un ahorro mínimo del 9% del consumo en cada edificio.

A estas medidas se suman otras como la puesta en marcha de campañas de sensibilización y concienciación en centros educativos y asociaciones de vecinos, la creación de líneas de ayuda para promover cambios energéticamente eficientes (por ejemplo, renovación de electrodomésticos) y realizar y promover la realización de auditorías energéticas.

Deben cambiarse 3.298 farolas

El 13,58% del dióxido de carbono generado por el Ayuntamiento es consecuencia del suministro eléctrico necesario para el funcionamiento del alumbrado público y la red semafórica. Con respecto a estas instalaciones, el estudio de emisiones destaca el «exceso general de nivel lumínico», especialmente en el centro urbano, la existencia de 3.298 farolas de vapor de mercurio de bajo rendimiento y la presencia en la ciudad de 1.800 farolas del denominado 'tipo Gijón' -las que pueden verse, por ejemplo, en el Muro-, con un rendimiento «pésimo». Con respecto a estas últimas señala que el 40% del flujo lumínico se va por la mitad superior de las lámparas, esto es, no llega a la calle, lo que produce «una elevada contaminación lumínica». Propone seguir con la reducción de los centros de control de la red de alumbrado, para mejorar su regulación, así como la sustitución de todas las lámparas de vapor de mercurio por otras de vapor de sodio de alta presión o de halogenuro metálico. Recomienda reformar las farolas 'tipo Gijón' para reducir tanto el flujo superior como su consumo, y también el uso de herramientas informáticas que permitan optimizar la gestión del alumbrado.

Renunciar al fluorescente e instalar diodos LED

En lo que respecta a los edificios, equipamientos e instalaciones municipales, la Empresa Municipal de Aguas aparece como el área municipal que genera un mayor consumo, principalmente por la actividad de las estaciones de pretratamiento y la depuradora. Para reducirlo se plantean actuaciones como el aprovechamiento energético del biogás generado en el tratamiento de fangos en La Reguerona, que reduciría el gasto eléctrico de la depuradora en un 80%. Para los colegios, segunda mayor fuente municipal de emisiones, se plantea la sustitución de las 9 calderas de gasóleo aún existentes por otras de gas natural. Ya a nivel general, se recomienda sustituir las lámparas fluorescentes por diodos LED.

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