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E. R.
Miércoles, 10 de octubre 2012, 05:20
La Guardia Civil ha desarticulado una banda nacional que se dedicaba a robar la recaudación de las máquinas tragaperras en establecimientos comerciales. El grupo estaba formado por tres hombres y se les atribuyen nueve asaltos cometidos en Cantabria, Asturias, Galicia, León y Zamora.
Uno de sus integrantes fue detenido el pasado 28 de agosto en Candás. Sus iniciales son O. A. G., tiene 45 años y es vecino de Baracaldo. Precisamente, en esta localidad vizcaína, fue arrestado días después, el 6 de septiembre, A. C. E., de 47 años y residente en dicho pueblo, mientras que el 10 de septiembre fue detenido M. L., de 34 años, en la localidad riojana de Calahorra. Todos ellos tenían diversos antecedentes policiales.
La operación 'Gúelo' comenzó el mes de marzo con el equipo de Policía Judicial de Langreo y el Área de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Gijón, después de un robo en un establecimiento en Noreña. Las investigaciones permitieron ubicar a uno de los posibles autores en el País Vasco, en concreto, en la provincia de Vizcaya.
Tras seis meses de investigación, se pudo poner de manifiesto que la agrupación estaba formada por tres personas, dos de ellas de nacionalidad española y una tercera, extranjera. Supuestamente se trasladaban desde Vizcaya y recorrían diversas provincias del norte de la Península, donde localizaban establecimientos públicos que reunieran determinadas características, como la falta de medidas de seguridad y su ubicación en poblaciones muy próximas a vías muy transitadas, lo que facilitaba la posterior huida.
Así, se puso de manifiesto cómo en una noche se trasladaban a Cantabria, Asturias y Galicia, para seguir a León y Zamora, donde volvían a cometer supuesto robos con fuerza. En total se les imputa nueve robos en Val de San Vicente (Cantabria), Panes y Noreña; Puentenuevo, Mondoñedo y Ribadeo, todos ellos de la provincia de Lugo; San Miguel del Camino (León) y en las localidades de Santa María de la Vega y Coreses (Zamora). El importe de lo sustraído asciende a 3.350 euros. El modo de operar era siempre muy similar: rompían la puerta de acceso al establecimiento público mediante la fractura del bombín de la cerradura y, una vez en su interior, se apoderaban exclusivamente del dinero de la caja registradora, botes y, sobre todo, de la recaudación de las máquinas recreativas después de forzar éstas.
Bien organizados
Se ha podido acreditar que entre los tres existía una distribución de funciones, de forma que uno localizaba los objetivos, decidía cuáles se iban a robar, vigilaba y facilitaba la seguridad, mientras que los otros dos eran quienes ejecutan directamente los asaltos. Precisamente uno de éstos era el encargado además, de obtener las herramientas necesarias.
El primer detenido fue puesto a disposición judicial del juzgado de guardia de Gijón, mientras que los otros dos fueron trasladados a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Siero. En todos los casos, el juez ordenó su ingreso en el centro penitenciario de Villabona.
La investigación, coordinada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Pola de Siero, ha contado con la colaboración de la Unidad de Policía Judicial del País Vasco y del Equipo Territorial de Policía Judicial de Calahorra.
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