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RAMÓN MUÑIZ
Lunes, 1 de octubre 2012, 12:24
El próximo 1 de enero al Ministerio de Fomento le faltarán 648 millones por invertir en Asturias para liquidar sus tres grandes proyectos: la variante de Pajares, la autovía del Cantábrico (A-8) y la del suroccidente (Oviedo-La Espina, A-63). El proyecto presupuestario permitiría saldar en 2013 un 48% de esta factura (311,6 millones), aplazando a los ejercicios sucesivos el resto de abonos. El desplazamiento más agresivo lo sufre la A-63, una actuación que el equipo de Ana Pastor no retomará hasta 2015.
La ministra aspira a salvar la legislatura abriendo los túneles del AVE, terminando la A-8 y liquidando obligaciones pendientes de ejercicios anteriores, un capítulo no exento de sorpresas. En lo tocante al Principado, Fomento adeuda 23,2 millones correspondientes al tramo Soto del Barco-Muros del Nalón, en servicio desde hace cinco años y que se financió bajo el 'método alemán', una fórmula según la cual el constructor paga la obra y luego se le va retribuyendo en diversas anualidades.
El retraso en el pago de expropiaciones supone además que, ahora, con sentencia judicial en firme, el departamento deba dejarse 3,6 millones en intereses de demora por las fincas enajenadas entre Tamón y Villalegre, localidades donde la A-8 es una realidad desde 2005. Lieres-Villaviciosa se estrenó en 2003 y Fomento debe aún dos millones por no retrasarse en la misma obligación. En total, el pago de expropiaciones, revisiones de precio, modificados y anualidades del 'método alemán' se comerá 44,6 millones del próximo presupuesto.
La conservación, al 50%
Definidas las prioridades, el resto de cometidos caen a un segundo plano, incluida la conservación de la red viaria. La Demarcación de Carreteras en Asturias requiere este año 25,3 millones para mantener en buen estado las calzadas de titularidad estatal y en 2013 deberá arreglarse con la mitad. La intención de Pastor es seguir cerrando el grifo hasta que en 2016 apenas se lleve 5,2 millones. Es un movimiento que se está produciendo en otras comunidades y que viene envuelto en una promesa de «replantear» el modelo con el que se gestiona la conservación.
Dentro del esquema oficial, la variante de Pajares mantiene su primacía. La infraestructura tiene un coste total de 3.199,96 millones de los que, a partir del próximo enero, restarían por ejecutar el 8,8% (282,3 millones). Fomento ha optado por espaciar este remate, de forma que en 2013 llegará una primera anualidad de 180 millones y en 2014, los 102 restantes. La solución se acuerda en un contexto de tensión dentro del Grupo Fomento. Las cuentas públicas de 2012 le provee de 5.107 millones para actuaciones ferroviarias en todo el país; el próximo ejercicio este fondo decrece un 26%.
El complejo de macrotúneles y viaductos en la cordillera continúa como la pieza mejor dotada de la futura línea de alta velocidad Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León-Asturias hasta el punto de que el resto de tajos aún abiertos en la meseta se reparten 165 millones para el próximo año. ¿Cuánto se puede avanzar con semejante cantidad? El proyecto fija como objetivo el de continuar «con la ejecución de las obras, en ancho UIC, desde Venta de Baños hasta Pola de Lena». Para ello, el Adif licitará en un sólo contrato la «electrificación e instalaciones de control de tráfico» desde Valladolid hasta la variante; la pretensión, así, es conseguir que sea el adjudicatario quien financie la actuación y espere a que la Administración le retribuya también bajo el 'método alemán'.
La autovía del Cantábrico (A-8) sale reforzada de un proyecto presupuestario que duplica para 2013 la inversión que se está ejecutando en el presente ejercicio. El impulso, en todo caso, no parece que baste para cumplir la palabra de la ministra de terminar todo el corredor el próximo año salvo Unquera-Pendueles, que comprometió para 2014. De los 271,32 millones pendientes de abonar a las constructoras, Fomento pondrá un 47% el próximo curso, pero aún se deja 43 millones de Otur-Villapedre para 2014 y 24 de Unquera-Pendueles no llegarían en principio hasta 2015.
Oviedo-La Espina es la gran sacrificada. Lejos de retomar el tramo Cornellana-Salas, o la segunda calzada entre Salas y La Espina, Fomento va a dejar de pagar al contratista que ejecuta Doriga-Cornellana. La programación ministerial anticipa que no piensa retomar el asunto hasta 2015, eso sí, con la decisión suficiente como para terminar toda la faena al año siguiente. Para lograrlo, debería abonar entonces los 90 millones largos que ahora prefiere destinar a otros fines.
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