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GONZALO DÍAZ-RUBÍN
Martes, 25 de septiembre 2012, 06:11
Una situación casi común, causada por la crisis y que los particulares resuelven con mano izquierda y dinero, impide al Ayuntamiento la apertura de los nuevos campos de fútbol de La Pixarra, pendiente desde hace casi un año y medio. La construcción de estos campos se financió con cargo al segundo 'Plan E', con 3,2 millones de euros. Los trabajos se adjudicaron en 2010 a Gestión de Obras, Excavaciones y Servicios (Goes S.L) por 2,2 millones, casi un 30% menos. Luego aparecieron sobrecostes de medio millón de euros y retrasos. Con la obra casi acabada y sus correspondientes liquidaciones abonadas por el Ayuntamiento, Goes se esfumó sin pagar a las instaladoras de los servicios de luz y gas «y estas se niegan a entregar el boletín para Industria sin cobrar», reconoció ayer, el concejal de Deportes, Jorge Menéndez Vallina. Lo que particulares y empresas, que se han visto en situaciones parecidas, pueden arreglar mediante un acuerdo económico, le está vetado a la Administración: «Estamos atrapados por la Ley de Contratos del Estado, no podemos pagar dos veces por lo mismo», resumió.
Sin dar de alta las instalaciones en el registro de Industria, no habrá suministro de energía, pese a las obras ejecutadas en abril para conectar con los transformadores de Hidrocantábrico Distribución. Para salir del agujero, el Ayuntamiento mantuvo la semana pasada una reunión con la consejería de Industria para tratar de desbloquear el alta de las instalaciones. «Hay buena voluntad política y confiamos en que encontremos una solución rápida, porque llevamos nueve meses esperando», concluyó Menéndez Vallina.
Deportes pelea por abrir la instalación, en parte, porque existe un convenio con el Real Oviedo, que recibiría la mayor parte de las horas de uso, «y otros equipos», según el edil, preparado para su firma de forma inmediata. El acuerdo para disponer de los campos permitiría al club azul ahorrarse alrededor de 100.000 euros en gastos al año, según precisó su presidente Toni Fidalgo en una rueda de prensa este mes.
Con el cambio
La duda es si todos estos problemas los conocían el anterior alcalde o su sucesor y entonces concejal de Coordinación. Gabino de Lorenzo presentó los campos con un partidillo durante la campaña electoral local de 2011. Casi año y medio después de la recepción de las obras de «la ciudad del fútbol del Real Oviedo», como la definió el entonces concejal, Alberto Mortera, no ha vuelto a ver rodar el balón, ni un futbolista. Solo tras el relevo en la Alcaldía, se hicieron públicos los problemas de todo tipo en algunas inversiones ejecutadas con fondos de otras administraciones en los últimos ejercicios. La construcción de la grada del campo de fútbol de Fumea, financiada con fondos mineros, invadía la servidumbre de la autopista y está paralizada; el Talud de La Ería (casi 6 millones de euros), cerrado desde hace casi dos años, tiene problemas de condensación por defectos en la ventilación del edificio o los citados en La Pixarra.
Y otros, porque la ejecución de la obra por parte de Goes tampoco respetó el proyecto original, sin que conste que el Ayuntamiento haya requerido responsabilidades a la dirección de obra contratada. Con todo, los campos que se querían ceder al Real Oviedo mediante un convenio, siguen sin uso.
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