El gobierno local empezará a suprimir todos los obstáculos en año y medio

Poder leer un cartel en un edificio público si tienes una discapacidad visual. Poder hacerte una mamografía sin problemas si eres una mujer en silla de ruedas. Poder hablar con el camarero del bar sin que la altura de la barra te lo impida. Poder acceder a un inmueble sin escaleras. Son posibilidades que a las personas con discapacidad que viven en Gijón les gustaría tener. Pero, en muchas ocasiones, no es posible. Y que lo sea es el principal objetivo del plan de accesibilidad integral y de no discriminación que el Ayuntamiento va a elaborar. Su planteamiento y fases fueron presentadas ayer.

En Gijón no se parte de cero. La ciudad cuenta con un plan de accesibilidad hace años, pero era necesario actualizarlo, adaptarlo a nuevas normas y ampliarlo. Convertir un trabajo que en principio se centraba en cuestiones urbanísticas en otro que incorpore áreas como el empleo, la educación o la salud. Hacerlo, en fin, integral. «La accesibilidad es mucho más que la eliminación de barreras. Es poder desarrollar una vida absolutamente plena», resumió la concejala de Servicios Sociales, Eva Illán. Por eso, el plan trabajará en tres sentidos. En primer lugar, con los edificios públicos de la ciudad. En segundo lugar, con toda la red vial. Y, por últimos, se incluirá a todas las empresas privadas y servicios privados que deseen sumarse a la iniciativa.

El plan arranca con la radiografía de la situación. Es decir, con el estudio de estas tres áreas. Para ello se contará con dos herramientas. La primera, el estudio de accesibilidad en cada uno de los distritos del concejo, algo que se llevará a cabo mediante un convenio que se firmará a principios de octubre con la ONCE y con Cocemfe. Con un presupuesto de 40.000 euros, servirá para arrancar en este año con la primera fase, esto es, con el estudio de la situación en el distrito centro. Illán se comprometió a que los presupuestos de 2013 incluyan partidas para la segunda fase, que llegará a los distritos Sur y Este y la tercera, que supone el estudio de Norte y Oeste del concejo. El plazo para la elaboración de esta radiografía es de un año y medio, aproximadamente, y la intención es tener los resultados a finales de 2013.

De forma paralela, el Consejo de Discapacidad de Gijón se pondrá a trabajar también en el tema. En ese marco se crearán cuatro comisiones de trabajo, que elaborarán un decálogo de recomendaciones y buenas prácticas. Los grupos se conformarán según la discapacidad y, así, habrá una comisión de trabajo sobre discapacidades sensoriales y de la comunicación; otra para las motrices; una tercera para discapacidades mentales y la última para discapacidades múltiples y otras. En estas se recogerá la experiencia de las personas que se enfrentan día a día a los obstáculos de la ciudad. Como los que ayer relató Yobanka Cuervo, presidenta del Consejo de Asturias de la ONCE. Carteles altos y con letra pequeña. Escalones. Ascensores sin sistema acústico que dificultan saber en qué piso te encuentras. Terrazas de hostelería pegadas a la fachada de los edificios. O como los que añadió Mónica Oviedo, vicepresidenta de la Confederación Estatal de Personas con Discapacidad (Cocemfe). Aceras demasiado estrechas. O con pavimentos deslizantes. Mobiliario urbano mal situado. Aceras no rebajadas.

Presupuestos

Con todo ese análisis se elaborará una «herramienta básica para nuestro Ayuntamiento, para hacer de nuestra ciudad un referente en políticas de integración y no discriminación». Pero, tal y como pidió ayer Mónica Oviedo, es importante que los resultados del plan se vean luego plasmados en actuaciones concretas y en los presupuestos municipales. Eva Illán se comprometió a ello. Porque es a partir de tener el diagnóstico cuando debe empezar el verdadero trabajo. Por un lado, en las cuestiones que dependan del Ayuntamiento, se elaborará un programa de prioridades de actuación. Y, por otro, se trasladará al resto de Administraciones implicadas las soluciones que no dependan del Consistorio. Conscientes de que son tiempos de recortes, desde la ONCE pidieron que no sea este colectivo el principal afectado.

La concejala de Bienestar Social insistió en que este plan beneficia a toda la ciudadanía, ya que las personas mayores o los padres con carritos de bebés, por ejemplo, notarían también mejoras en su calidad de vida. Por su parte, Mónica Oviedo insistió en el deseo de todas las personas con discapacidad de «ir a trabajar, a estudiar, a los comercios, a disfrutar del ocio y nuestro tiempo libre» y hacerlo «con autonomías».