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HUGO VELASCO
Sábado, 15 de septiembre 2012, 04:39
Karol Otero es una gijonesa afincada en Madrid que ha prolongado sus vacaciones en su ciudad natal para poder vivir la Copa Davis. «Cuando me enteré de que las semifinales se iban a jugar Gijón, mi ciudad de toda la vida, me ilusione», comenta Karol, quien ve pasar estos días por delante de su casa a los tenistas cuando van a entrenarse.
Su pasión por el tenis le viene desde bien pequeña gracias a su padre, Vicente Otero, militar de profesión y jugador de tenis, y su madre, Antela del Castillo, quien fuese la encargada de encontrar los terrenos del Club Tenis Gijón, lugar donde Karol empezó a dar sus primeros golpes con la raqueta.
«Desde pequeña, el tenis era una de mis pasiones. Llegué a disputar varios torneos y tuve como parejas de mixtos a gente como Manuel Vega Arango y Vicente Figaredo. Ahora vivo el tenis, hay veces que hasta me levanto por la noche para ver partidos», detalla Karol, quien de joven compaginó la raqueta con el voleibol, deporte que el que fue la mejor jugadora asturiana en 1970. El bautismo en la Davis no pudo ser más acertado. Fue en Barcelona, en 2000, cuando se ganó la primera 'ensaladera': «Fui invitada por unos amigos de mi marido y desde aquel momento me enganché a la pasión y el ambiente de las eliminatorias». La manera de vivir los partidos es totalmente diferente a un torneo normal, aquí la grada está apoyando al tenista de su país, y esa ayuda se nota mucho, logrando en ocasiones, que los jugadores remonten situaciones complicadas», comenta. Karol ha asistido a todas las eliminatorias disputadas en territorio nacional, a excepción de la final del año pasado ante Argentina en el Estadio Olímpico de Sevilla, aunque esa ausencia la pudo compensar con su presencia en Roland Garros, donde vio el partido entre Rafa Nadal y John Isner.
Ahora, Karol ya ha hecho amistad» con los padres de Verdasco y Feliciano «y en los partidos nos juntamos un buen grupo de familiares, amigos de ellos y apasionados del tenis. No somos un número fijo de personas, pero somos bastantes. Un año, en Sevilla nos llegamos a juntar setenta», recuerda Karol, quien organiza hoy una espicha para todos los amigos que vienen a ver la eliminatoria.
Apunta un 3-2 a favor de España. «Va a ser una eliminatoria muy dura. Almagro y Marc López no llegan al 100% y el punto de dobles es algo que ya doy por perdido, porque los Bryan son los mejores del mundo, pero creo que con el apoyo de la afición al jugar en casa, los chicos lo podrán sacar adelante», afirma.
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