Larga vida a Terelu

No hay famosa a la que este verano le siente mejor el bañador que a Terelu Campos. ¿Alguien lo duda? ¿Acaso la salud y la alegría de vivir no deberían puntuar mucho más que unas medidas perfectas? Pues de alegría y ganas de vivir la hija más famosa de María Teresa Campos anda ahora mismo sobrada. Desde que se quitó la peluca, Terelu está como recién nacida. Todo le ilusiona. «Nunca había necesitado tanto unas vacaciones», ha declarado. Y acto seguido, se ha zambullido en ellas de cabeza. La fotos más recientes la muestran dentro de una piscina dándose un divertido, feliz y cómplice baño con su novio, el piloto Álvaro Pombo. Suelen decir que no hay como ver amenazada la vida para apreciarla en todo su valor. Y este parece ser el caso de Terelu y de muchas otras personas que, como ella, celebran con vitalidad la noticia de haber superado una enfermedad grave.

Han pasado ocho meses desde que a la presentadora le detectaron un cáncer de mama y siete desde que lo anunció en directo por televisión en 'Sálvame'. Su experiencia, esa montaña rusa llena de vértigo en la que se sube una persona cuando le detectan un tumor, no tiene nada de diferente a la de tantas y tantas mujeres que han sufrido la misma dolencia. Todos conocemos algún caso cercano. La reacción de Terelu Campos, su sinceridad a la hora de confesar públicamente la enfermedad y su valentía para afrontarla, ha sido tan heroica y admirable como la de tantas otras mujeres. Sin embargo, al ser ella tan mediática, toda España ha seguido su proceso en vivo y en directo. Esto la ha convertido en un referente. Y ahí es donde la pequeña Terelu ha dado realmente la talla: Hablando sin tapujos de su operación, de cómo pudieron salvarle el pecho, confesando los duros momentos vividos, no ocultando los devastadores efectos de la 'quimio', agradeciendo públicamente el apoyo de su familia y de su novio, un hombre más joven que permaneció a su lado pese a que la propia Terelu al conocer la enfermedad le advirtió: «Aprovecha ahora y sal corriendo».

Como tantas otras mujeres Terelu ha sobrevivido al cáncer sin dejar de trabajar, poniéndose la peluca cuando tocaba y quitándosela en un arranque de coraje y autoestima. Como tantas... Solo que muchas, al verla en televisión casi a diario, se habrán sentido un poco más acompañadas. El único borrón en su brillante expediente es esa reciente fotografía en la que aparece fumando, algo que Terelu debería erradicar por responsabilidad hacia sí misma y hacia la gente que se ve reflejada en ella. Pero si en las circunstancias adversas es cuando realmente se conoce a una persona, la terrible circunstancia del cáncer nos ha descubierto a una mujer nada frívola, muy sincera y natural que ha huido del sentimentalismo y la sobreactuación lacrimógena que la televisión le ponía en bandeja. Y ahí está, viviendo feliz su 46º verano o, de repente, el primero. Larga vida a esta Terelu. Y a tantas y tantas como ella.