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La banda de gaitas de Villaviciosa desfilando, ayer, por Lorient. :: ALEJO FERNÁNDEZ
Gaitas bajo la lluvia y el sol
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Gaitas bajo la lluvia y el sol

Las bandas de Villaviciosa y Candás, junto al grupo de baile San Félix, desfilaron en Lorient

ALBERTO PIQUERO

Lunes, 6 de agosto 2012, 04:39

Aunque las noches se hacen largas en el Festival Intercéltico de Lorient, las gaviotas madrugan y ponen de nuevo a la gente en pie con sus graznidos. Máxime, si espera una fecha mayúscula, como es la de la Grande Parade des Nations Celtes, epicentro de los diez días del programa, celebrada en jornada matutina del domingo, 5 de agosto, de las nueve y media de la mañana a las dos de la tarde, partiendo de la place Alsace Lorraine, para desembocar en el Estadio Moustoir, en cuya procesión laica representaron a Asturias las bandas de gaitas de Villaviciosa y Candás, junto al grupo de baile San Félix.

Les correspondió salir en la posición quince, cincuenta y seis, y treinta, respectivamente. Y fueron saludados al llegar al punto final con la efusividad y emoción que se dispensó al resto de los participantes, en un clima que osciló entre lo festivo y lo sentimental, primando un espíritu colectivo de enorme respeto por cada una de las expresiones culturales y sociales que allí se manifestaban. De las tres agrupaciones asturianas, señaló la megafonía durante el recorrido y en la espectacular entrada al recinto donde concluyeron su periplo, que pertenecían a la mejor raigambre del folclore de nuestra tierra. Y se recordó que José Ángel Hevia, a quien por aquí se aprecia mucho, es natural de Villaviciosa. El estadio ya estaba repleto desde mucho antes del arranque del desfile.

El ambiente que se respira en Lorient en este calendario agosteño es un maremágnum de múltiples sugerencias, gratuitas y de pago, que ocupa el cogollo de la ciudad. entre un babel de lenguas, mientras se enredan músicas por cada esquina, desde el formidable stand que ha puesto la canadiense región de Acadia, a las humildes siete arpistas que tocaron en el vestíbulo del Palacio de Congresos, pasando por los grandes conciertos en los que intervendrán los cubanos de Buena Vista Social Club, el guitarrista bretón Dan Ar Braz -que acompañaba hace un par de semanas a Carlos Núñez en el Centro Niemeyer- o el catalán Jordi Savall, entre muchos otros. Tampoco es sorprendente darse bruces con un conjunto de maoríes ritualmente pintados o caminar al lado de faldas que protegen velludas piernas escocesas o galesas. El mundo celta es plural y complejo, incorporando junto a los bretones, irlandeses, asturianos o gallegos, a canadienses o australianos.

Pero la cumbre del acontecimiento es la Grande Parade des Nations Celtes, que en esta edición congregó por las calles de Lorient a setenta y seis bandas de gaitas y grupos de baile, que ya por sí solos serían número suficiente para producir algún asombro.

Acaso más insólita podría resultar la multitudinaria asistencia que se orilla a su paso, que se cuenta por cientos de miles de personas. El año pasado, setecientas mil. Y por lo que cuentan quienes ya tienen experiencia en el itinerario, en esta ocasión no fue menor la cifra.

Existía la amenaza de lluvia -algo más al norte se rodó 'Los paraguas de Cherburgo'-, por lo que se adelantó media hora el paso. Llovió a ratos. Pero dio igual: Las gaitas sonaroncon fuerza bajo la lluvia y el sol.

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