Protestas por el traslado del padre Herrojo

Poco han gustado las últimas decisiones del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en lo que a relevos se refiere. Varios feligreses del Sagrado Corazón -la Iglesiona- se han manifestado contrarios al traslado del que es (hasta su cambio definitivo, que se producirá en septiembre) su párroco. La labor de Julián Herrojo ha calado hondo. Hasta el punto de que varias personas han enviado una carta al arzobispo en la que piden que reconsidere su decisión. «La labor realizada por don Julián durante los diez años que ha estado ejerciendo su ministerio en Gijón, la cercanía a sus feligreses, su incansable lucha para hacer posible la rehabilitación de nuestra basílica y su espíritu de trabajo y sacrificio bien merecen ser tenidos en consideración antes de tomar una decisión en firme», señalan en la misiva.

Los problemas se extienden hasta la parroquia de San Juan el Real, en Oviedo. De allí procede el sucesor de Herrojo, Álvaro Iglesias Fueyo. En la capital, lograron reunir más de 1.600 firmas en tan sólo dos días con la intención de que el arzobispo «ofrezca una explicación» por el traslado. Se da la circunstancia de que Iglesias Fueyo lleva alrededor de cuatro décadas como coadjutor de la parroquia, motivo por el cual no se entiende el cambio. A pesar de las concentraciones con velas blancas -«una forma de demostrar que hacemos esta petición desde el respeto»- y de las solicitudes de audiencia con el arzobispo, los fieles ovetenses también dicen no estar «en contra de la decisión eclesial ni del futuro párroco». «Porque todos somos católicos», añaden.

«Merece disfrutar del logro»

Una de las labores que los fieles de la Iglesiona han destacado por encima de todas ha sido la participación de Julián Herrojo en la campaña de financiación para la rehabilitación del templo. «Hemos sido testigos de su trabajo desinteresado para lograr la financiación necesaria para que el templo recuperase todo su esplendor. Nos consta que las donaciones no hubieran sido posibles de no ser por su labor, dinero que aún hoy permite hacer frente a los pagos por los trabajos realizados. Posiblemente, no habrían realizado estas donaciones de no haber sido él el rector de la basílica», sostienen. En ello fundamentan la petición a Jesús Sanz Montes, indicando que «don Julián merece disfrutar, al menos por unos años, de un logro que, en definitiva, también es de toda la Iglesia».

Otro de los aspectos destacados por este grupo de feligreses tiene que ver con el poder convocatoria que el actual párroco tiene en todas sus homilías. «Hemos podido constatar con un sondeo realizado por la propia plataforma que firma este escrito que el número de personas que acudirían al Sagrado Corazón se vería considerablemente reducido en el caso de que nuestro rector finalmente tuviese que abandonar la basílica», señalan.

En el texto enviado al arzobispado también informan de que podrían iniciar una campaña de recogida de firmas, al igual que sucediera en San Juan el Real, «con el objetivo de trasladar a su excelentísimo y reverendísimo señor las dimensiones reales del apoyo de la feligresía a esta causa».

Álvaro Iglesias Fueyo (Madrid, 1942) acaba de ser nombrado nuevo párroco de la basílica santuario del Sagrado Corazón. Es sacerdote desde 1972, momento en que fue destinado a San Juan el Real como coadjutor y allí permaneció durante cuatro décadas, por lo que su traslado ha motivado quejas. Además, desde 1997 es director espiritual de la Hermandad de Jesús Cautivo y, desde el pasado septiembre, capellán de las Siervas de Jesús.