Trajes de época para el escenario

La comisión de fiestas de la Magdalena inauguró ayer en la Casa de Cultura de Llanes una interesante exposición bajo el título 'Los trajes de los teatros de la Magdalena', de la que es comisaria Magdalena Fernández-Peña Bernaldo de Quirós, hija de María Luisa Bernaldo de Quirós, presidenta de honor del Bando. La muestra presenta 19 trajes, propiedad de los familiares de la marquesa de Argüelles y confeccionados entre 1870 y 1950, que fueron utilizados por los madalenudos en sus funciones teatrales desde 1928 hasta 1969.

La exposición estará abierta durante el mes de julio y José Vicente Lafuente, secretario del Bando, comentó durante la presentación que es «un sueño poder contemplar estas piezas exclusivas», al tiempo que solicitó al Ayuntamiento que hiciera todo lo posible para que «en un futuro, cuando pase la crisis, promueva que estos trajes se conviertan en exposición permanente y sean patrimonio de Llanes y los llaniscos».

Magdalena Fernández-Peña explicó que la génesis de la exposición respondía a «una idea que llevaba diez años rondándome la cabeza» y reconoció la ayuda y colaboración que había recibido del modisto llanisco Raúl Herrero. Calificó la exposición como «original, porque se trata de una muestra que sería difícil de contemplar en Llanes» y pidió «disculpas, porque no somos profesionales, aunque el montaje lo hemos hecho con cariño».

Lo cierto es que si algo le sobra a los trajes es mucha, muchísima, historia. María Luisa Bernaldo de Quirós, de 84 años, que fue directora de los teatros de la Magdalena entre 1950 y 1969, recordaba ayer que para sacar adelante las funciones le servían como fuente de inspiración «frecuentes viajes a París y revistas que me enviaban desde Londres y Berlín». Aquellos ensayos duraban 20 días y las tres premisas fundamentales para que una actuación tuviera éxito eran bien sencillas: «Una duración de dos minutos, una chica guapa y música bonita».

Además de trajes, en la exposición se presentan complementos, fotografías de aquellos entrañables teatros y programas. Y hasta una carta del representante de Julio Iglesias comunicando que el caché del artista era de «150.000 pesetas».