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J. M. AZCÁRATE
Viernes, 8 de junio 2012, 04:44
Una niña de diez años recorrió ayer unos cuatro kilómetros descalza para pedir auxilio después de sufrir un accidente de tráfico en Allande, al caer el vehículo en que viajaba por un terraplén de unos cuatro metros. Iba acompañada de su hermana, unos años mayor que ella, en un taxi de transporte escolar, que cubre el trayecto entre su pueblo natal, Beveraso, hasta el colegio Virgen del Avellano, de Pola de Allande donde ambas cursan estudios de Primaria y Secundaria.
El suceso se produjo a primeras horas de la mañana en la carretera local ALL-4, a la altura del alto de La Marta, cuando, por causas desconocidas, el vehículo se salió de la calzada y cayó por el terraplén hasta chocar contra un árbol situado cuatro metros más abajo de la vía.
Una de las niñas sufrió un fuerte golpe en la cabeza, por lo que el taxista, que no presentaba heridas de gran consideración, se quedó a su lado. Su hermana, estudiante de Primaria, subió hasta la carretera y se dirigió hasta el pueblo de Penouta, distante unos cuatro kilómetros del lugar el accidente, para pedir auxilio.
Un centenar de metros antes de llegar a la localidad, se encontró con un grupo de vecinos que ya se dirigían al lugar del accidente, puesto que habían sido alertados por el taxista, que pudo comunicarse por su teléfono móvil.
Los vecinos encontraron a la niña con los pies destrozados, ya que realizó al camino descalza y con gran nerviosismo y angustia. Según alguno de los vecinos que participaron en el rescate de los heridos, los tres ocupantes presentaban magulladuras en el cuerpo y fueron trasladados al Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea. La peor parada fue la niña que recibió el golpe en la cabeza. El equipo sanitario que la atendió decidió derivarla al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde quedó ingresada, aunque desde el principio nunca se temió por su vida.
«Tuvieron suerte»
A la espera de los últimos resultados sobre la salud de la niña ingresada en Oviedo, todos coinciden en señalar que «la suerte estuvo con ellos en forma de árbol», ya que si el taxi escolar no llega a chocar finalmente contra el arbusto, el vehículo hubiera bajado por la ladera con unas consecuencias mucho más dramáticas.
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