«Hay gente que te ve de uniforme y te quita la cara»

Tiene 34 años, pero no conoce a ningún compañero «que no esté tocado », así que no quiere ni imaginarse con 50. Paula Álvarez, personal laboral, es operaria de servicios de limpieza con destino en el IES Carreño Miranda de Avilés (tres edificios, 900 alumnos, 14 horas abierto, noche y día), un empleo que, «además de ser duro, es desagradecido»: «Hay gente que sólo se para a decirte algo cuando ven algo sucio, no si está limpio, otra no se da cuenta de lo que se puede llegar a manchar innecesariamente y hay quien te ve de uniforme y te quita la cara». Con todo, lo peor no es eso: lo peor son, con mucho, las secuelas físicas. «No hay semana que no tome tres pastillas para el dolor y todas tenemos las muñecas, la espalda o los brazos hechos polvo». Es el precio de «la sobrecarga de trabajo», porque «las bajas no se cubren y tampoco se ponen medios»: «Hay sitios donde no tienen ni carro y tiran de un cubo de 25 litros escaleras arriba. Y no llegas a los mil euros ni de broma».