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JUAN CARLOS VILLAR
Domingo, 6 de mayo 2012, 05:37
Si Asturias tuviera que pagar las prestaciones de sus 296.755 pensionistas con las cotizaciones sociales de los aproximadamente 359.476 afiliados a la Seguridad Social que había de media en marzo, se encontraría con un grave problema: un déficit cercano a los 2.000 millones de euros.
Este desfase es fruto de un gasto de 3.872,3 millones y de unos ingresos por cuotas de 2.228,1 millones, según las cuentas del organismo público correspondientes a 2010, las últimas con datos de liquidación cerrados. Esos 'números rojos', que suponen un máximo histórico, se han disparado en los últimos años en una comunidad como Asturias donde la Seguridad Social tiene un desfase histórico entre ingresos y gastos. En efecto, nuestra comunidad tiene la menor tasa de actividad de España -porcentaje de población potencialmente activa que trabaja- y al mismo tiempo es la segunda comunidad autónoma, después de Castilla y León, con la población más envejecida: cerca del 25% de los habitantes del Principado tienen más de 65 años.
Ambos parámetros -pocos cotizantes y población envejecida- explican ese importante desfase de la Seguridad Social en Asturias, una de las comunidades claramente beneficiadas por la solidaridad del Estado. Es decir, que recibimos más de lo que aportamos al conjunto del sistema de protección social.
Con la crisis económica y la destrucción de empleo -la última EPA refleja que desde el tercer trimestre de 2008 se han destruido 85.800 empleos en Asturias- ese desfase se ha disparado y a nivel nacional ha llevado incluso a la Seguridad Social a incurrir en sus primeras 'pérdidas' o déficit. De acuerdo con las cifras oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en 2004 el déficit del sistema en el Principado era de 1.073 millones de euros. En 2009 sumaba 1.308,7 millones y en 2010 había crecido hasta los 1.644 millones.
El déficit es ligeramente superior a esas cantidades si se incluyen todas las transferencias de la Seguridad Social a Asturias y no solo las pensiones. Son las prestaciones por incapacidad, las prestaciones por maternidad, paternidad y riesgo durante el embarazo y la lactancia, las prestaciones familiares y otras transferencias.
En 2011 la diferencia entre todas las transferencias corrientes de la Seguridad Social y lo que ingresaba el sistema por cotizaciones había superado los 2.000 millones de euros -2.168 millones- y de enero a marzo de 2012 el déficit fue de 727 millones.
La relación entre cotizantes y pensionistas arrojó en Asturias una tasa de 1,3 en 2010 y del 2,03 en el conjunto del país. Pero en marzo de 2012 el deterioro del empleo y de la economía habían rebajado ese indicador a 1,2 y a 1,9, respectivamente. En efecto, el número de pensionistas ha aumentado el 1,6% desde finales de 2008 (unas 4.800 perceptores más) mientras que los cotizantes bajaron el 10,75% (43.324 afiliados menos).
Estas cifras ponen de manifiesto la importancia económica y social de los ingresos que recibe Asturias a través de sus pensionistas, especialmente en un momento en que la región roza los 100.000 parados y como publicó este diario cuadro de cada diez no cobran ninguna prestación. Como ejemplo, en 2011 la nómina de las pensiones ascendió a 4.185 millones de euros, una cifra muy similar al presupuesto de la comunidad.
En otro orden de cosas, pero también relacionado con el peso de las transferencias y del sector público en la renta y la economía asturianas, según un informe de la Fundación BBVA y del IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) Asturias fue la comunidad con mayor gasto público per cápita en el periodo 2000-2008, que además representó el 55,1% del PIB regional. Además, las transferencias públicas aportan el 39,7% de la renta disponible bruta, porcentaje que sitúa al Principado a la cabeza del país por encima incluso de Andalucía y Extremadura. En Madrid, que es la comunidad que más aporta al Estado, las transferencias públicas sólo representan el 13,7% de la renta bruta de sus habitantes.
Al envejecimiento de la población se suma también la baja tasa de natalidad, dos fenómenos muy estudiados desde hace años . El problema no es solo que aumente el deficit de la Seguridad Social en Asturias sino que con la escasa tasa de natalidad todo indica que en pocos años no solo no se recuperará la cifra de cotizantes sino que algunos sectores clave como la industria tendrán dificultades para sustituir a los trabajadores que se jubilen.
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