

Secciones
Servicios
Destacamos
R. MUÑIZ
Domingo, 29 de abril 2012, 05:38
Cuando el mapa no detalla dónde acaba la finca y de quién es el camino, el conflicto está asegurado. Durante décadas los topógrafos carecían de herramientas para marcar límites exactos y ahora que las tienen, falta coordinación para rehacer los planos que nos guían. El presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos en Topografía clausuró ayer unas jornadas que intentaron solventar la carencia.
-Las personas de mayor edad que ingresan en prisión lo hacen por violencia doméstica y conflictos de lindes. ¿Cuál es el problema?
-Delimitarlas exige un trabajo de precisión que el catastro, que tiene fines tributarios, no realizó porque no lo necesitaba. Cuando el catastro encuentra una linde, dibuja una raya en medio; sobre el terreno, esa divisoria puede tener varios centímetros de ancho, puede corresponder a un muro incluso, pero no se aclara a quién pertenece el espacio.
-¿Qué margen de error tiene esa cartografía?
-El catastro rústico se hace con una escala en la que un centímetro de plano resume 2.000 de terreno. Con semejante magnitud, el valor de incertidumbre es tan amplio que cuando se marca una divisoria sobre el plano, hay que tener en cuenta que tiene un margen de error de 50 centímetros a cada lado. Por eso el valor probatorio del catastro es limitado.
-¿Cómo lo arreglamos?
-Rehaciendo el catastro con los procedimientos topográficos actuales, que han simplificado y abaratado el proceso. Hoy en día cualquier ciudadano puede medir su parcela a un precio razonable y registrar los datos, porque ese documento le valdrá toda la vida.
-Pero si llevamos décadas sin saber a quién pertenece ese metro que media entre parcela y parcela la cosa no será tan fácil.
-En efecto, por eso aconsejo aprovechar y hacer las mediciones con precisiones centimétricas cuando nos llevamos bien con el vecino.
-Hablamos de parcelas, pero existe un problema con los caminos.
-Sí; en España hay 43 millones de parcelas rústicas, y de ellas 23 están en el Noroeste. Ese multifundismo unido a la orografía provoca que los caminos públicos tengan una extensión considerable. En Oviedo los inventariamos durante tres años y resulta que había 1.402 kilómetros.
-Alfonso X dijo que los caminos son de todos los hombres. ¿Cuántos perdimos por no catalogarlos?
-Hay mucho privado que, aprovechando que no se los inventariaba, extendió su parcela y se adueñó de parte del camino, pero en las servantías tenemos el fenómeno inverso. Estos caminos eran privados, los abrían los propietarios de las fincas colindantes para realizar un uso tradicional que ha desaparecido, quedando ahora accesibles para todos; como las normas urbanísticas dicen que para edificar en núcleo rural la parcela debe dar a un camino público, estos propietarios dicen ahora que no, que esa servantía no era suya.
-¿Hemos llegado al límite de la precisión en cuestión de mapas?
-El mundo nos cabe en el ordenador con una precisión milimétrica tal que con las referencias GPS que tenemos, podríamos restituir con exactitud todas las propiedades afectadas por el terremoto de Japón.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.