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Serrano, acaba de llegar a su nuevo cargo. :: MARIO ROJAS
«Intentaremos salvar el CEA, pero es difícil»
Oviedo

«Intentaremos salvar el CEA, pero es difícil»

María Asunción Serrano Coordinadora arziprestal de Cáritas en OviedoEn la ciudad hay 450 voluntarios, aunque la organización necesita «el doble» para atender las necesidades derivadas de la crisis

ANA SALAS

Viernes, 30 de marzo 2012, 11:11

A María Asunción Serrano la acaban de elegir entre 11 candidatos propuestos por las parroquias ovetenses como coordinadora arciprestal de Cáritas en Oviedo. Siente responsabilidad, pero confía en poder hacer algo para arreglar «nuestra pequeña parte del mundo». Cuando se jubiló como profesora en el Colegio Internacional Meres (donde trabajó 42 años) fue a hablar con María José Carrión, a quien ahora releva en el cargo.

-¿Qué le supone tomar el relevo?

-Me siento nueva, no sé todo lo que hay en Oviedo. Ahora estoy intentando recibir información del estado real de Cáritas.

-¿Le dio algún consejo?

-Sí, que hay que tener disponibilidad total, absoluta.

-¿Cómo llega a Cáritas?

-Estuve en la enseñanza 42 años y el primer día que me jubilé fui a ver a María José (Carrión), que conocía porque coincidía con ella en el Consejo Arciprestal. Lo que más cuadraba con mi profesión era el proyecto Alba, para el acompañamiento de los niños que tienen dificultades en el colegio pero que no tienen medios para tener un profesor particular. Ahí trabajé tres años como voluntaria de Cáritas y a raíz de eso me propusieron para ser coordinadora. Al principio me asusté porque pensé que no valdría, pero después pensé que podría hacer algo positivo por el mundo.

-¿Y al jubilarse no le apetecía tener una vida un poco más tranquila?

-Era una asignatura pendiente. En el colegio, privado, trabajaba mucho y tuve que dedicarle mucho tiempo. Siempre adolecí de dedicarme a hacer algo sin cobrar nada a cambio. Es una manera para hacer algo en beneficio del mundo que nos toca.

-Entre sus alumnos del Meres y la gente que trata en Cáritas hay mucha diferencia.

-Muchísima. Por eso en este momento de mi vida quiero darme a quienes me necesitan.

-¿Qué va a hacer ahora?

-Mi tarea es, en primer lugar, trabajar en red con las 28 parroquias del Arciprestazgo de Oviedo y establecer contacto con otras zonas, dinamizar los grupos, los proyectos y animar al voluntariado para que la acogida a quien llega a Cáritas sea cálida y afectuosa y que haya un acompañamiento, que no nos limitemos a dar, sino a darnos. Es la única forma de llegar al fondo de los problemas. Queremos contextualizar a las personas, a las familias.

-¿No todas las parroquias tendrán las mismas necesidades?

-No. En Cáritas tenemos comunicación de bienes, materiales y humanos, y si hay parroquias que no tienen suficientes recursos se reparten desde las que sí los tienen.

-¿Cuáles son las que tienen más problemas?

-Le sorprendería. No podemos decir que en Oviedo las parroquias del centro tienen menos necesidades. Los problemas están muy extendidos, incluso en personas que no lo aparentan. Y mucha gente tiene vergüenza de ir a pedir.

-¿Qué datos tiene de la pobreza en Oviedo?

-Estamos recopilando información pero sabemos que hay más familias en situación de necesidad. Estamos detectando que hay niños que van al colegio a comer porque en sus casas no cenan o cenan poco. Los voluntarios son muy importantes en estos casos.

-¿Cuántos hay en Oviedo?

-Unos 450, pero haría falta el doble para cubrir todas las necesidades y hacerlo bien.

-¿El número aumenta?

-Sí, pero no en proporción de las necesidades. Aunque aumente poco a poco, crece exponencialmente el número de necesitados.

-¿Cómo son los voluntarios?

-En su mayoría, gente mayor. La media de edad es de 60 años.

-¿No hay implicación de los jóvenes?

-Esa llamada de atención puede ser muy interesante.

-¿Es porque no están involucrados con la Iglesia?

-Están agobiados con los estudios y falta sensibilización en los colegios. También responde al modelo de una sociedad muy competitiva y materialista. Puede sorprender, pero en el voluntariado de Cáritas hay mucha gente que no es creyente.

-Con la crisis necesitarán más que voluntarios.

-Claro, porque la situación actual es caótica. Hay gente que no tiene dónde vivir, qué comer y los demás no podemos permanecer impasibles ante eso. También necesitamos socios que quieran comprometerse a colaborar con alguna aportación económica.

-¿Y a las administraciones qué le piden?

-El Ayuntamiento hace una aportación para el acompañamiento de las Cáritas parroquiales. Pero el Principado ahora va a recortar un 20% en las subvenciones de servicios sociales y Cáritas alerta de lo que eso puede suponer.

-¿Por ejemplo?

-Habrá equipamientos que tengan que cerrar, y eso significa perder derechos para las personas.

-¿Por ejemplo?

-En Oviedo, el CEA (Centro de Encuentro y Acogida). Las parroquias siempre son muy solidarias con el CEA y lo mantienen, pero es muy difícil. Esperamos salvarlo, lo intentaremos pero es difícil. De momento vamos a hacer un arreglo en la casa que está en malas condiciones. Acondicionaremos algunas cosas, como el suelo y cambiar una bañera por unas duchas... Dignificarlo.

-El cambio de ubicación cada vez más difícil.

-Al CEA le está salvando la crisis. Pero seguimos reivindicándolo.

-¿Y el resto de equipamientos cómo están con tanta demanda?

-Un poco saturados, por eso necesitamos voluntarios.

-¿Y ropa o comida?

-No, ropa y comida no hace falta. Lo que hace falta son empleos para que la gente pueda trabajar.

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