Cuerpo, lugar, silencio y Soledad

'Cuerpo, lugar y silencio. 2001-2012' es un viaje al interior de Soledad Córdoba, un espejo que refleja sus emociones y obsesiones diseñado con su propia piel. Córdoba está presente en todas y cada una de las composiciones que integran la exposición inaugurada ayer en el Centro Cultural Avilés. Es su sello. En unas su imagen es el elemento central, y en otras surge de una extraña atmósfera creada a partir de un paisaje, de un interior o de un fondo blanco, negro o de cualquier color, salpicado de hormigas, plumas o mariposas.

Son imágenes y series impactantes, captadas por su cámara y procesadas por ordenador, una fusión de realidad y ficción, o como ella dice, «una combinación de emociones que presentan una imagen universal del ser humano». La exposición, la primera de la nueva etapa del centro cultural avilesino, tras el cambio de gestión, contiene algunas de las obras más representativas de Soledad Córdoba, una artista avilesina que, once años después, vuelve a mostrar su trabajo en su ciudad natal.

«Lo que el espectador va a ver es una selección de los distintos proyectos de mi trayectoria. No existe un orden cronológico. Mi labor como artista consiste en establecer un diálogo con el espectador», manifestó Córdoba, para quien «cualquier hecho expositivo supone algo apasionante», en este caso, «con el valor añadido de estar en mi ciudad».

Emilio Marcos Vallaure, consejero de Cultura, destacó ayer la «tremenda» calidad que atesora la obra de Soledad Córdoba, y Pilar Varela, alcaldesa de Avilés, celebró que «esta ciudad siga siendo un lugar de atracción y talento». La exposición podrá visitarse hasta el 17 de junio, de 11 a 14.30 y de 16 a 20 horas, a diario. Hoy, la entrada es gratuita.

Doctora en Bellas Artes, Soledad Córdoba, colabora con AlNorte, la Semana de Arte Contemporáneo de LA VOZ-EL COMERCIO, por la que fue becada en sus comienzos, en 2002. La suya es una de las firmas más reconocidas de la fotografía española actual.